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Quiero conquistar a una chava, pero tengo impotencia y no quiero pasar vergüenzas

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Quiero conquistar a una chava, pero tengo impotencia y no quiero pasar vergüenzas

(Foto: Pixabay)

Sexo 09/09/2024 12:29 Actualizada 12:29
 

PREGUNTA: Un suceso está marcando el fin de mi matrimonio y es que mi compadre Juan me regaló su biblioteca y mi mujer no quiere meter ‘tanto’ libro en la casa. Tenemos que decidir antes de que termine septiembre o los libros se van a otro lado. Yo estoy muy emocionado, me quiero quedar con todos. Ahí fue donde empezaron los desacuerdos y, obvio, la distancia física y sexual que nos está separando. Somos distintos. Ella cae rendida a las 10 y yo leo entre una hora y hora y media. Leer me alimenta el alma. Ella duerme con tele prendida, siempre viendo y escuchando tarugadas. Sin duda somos distintos. ¿Me quedo con los libros? ¿La mando a volar? Atte: Héctor, el Lector

RESPUESTA: Valora lo que eres y lo que tienes, lo que ella te da y lo que construyen juntos. Busca con ella los factores que los unen, es importante adentrarse en la relación. Busca una terapia de pareja para resolverlo. ¿Quieren compartir o son los libros un pretexto para dejarse?

PREGUNTA: Mi hermana es una testaruda que no se cuida, toma a diario y fuma todo el día. Tiene los dientes descuidados y un sobrepeso importante. Me da coraje que se descuida tanto y que le pone tan poca atención a sí misma. Y es que estoy segura de que no coge lo suficiente. Yo la cuido, pero estoy cansada del juego: la quiero como hermana, pero la cuido como hija. ¿Cómo cambiar esta situación? 

RESPUESTA: Tu hermana hace su vida como puede y quiere. Haz tu proyecto de vida, no el de ella. Deja de creer que tienes que cuidarla. Cada uno tiene su ritmo, sus prioridades, sus vicios y sus propios cuidados. Deja de ser su mamá y dedícate a verte y sentirte tú. ¿Coges tú lo suficiente? Sólo tienes el poder de cambiar tú, no eres tan poderosa para hacer que alguien más cambie. Atte: Toña, la Metichona.

PREGUNTA: Éramos tres los que convocábamos, nos divertíamos y nuestras fiestas eran orgías de completa y total diversión donde todo se valía, menos enamorarse. Ellos se volvieron pareja y las fiestas terminaron. La libertad se acabó, yo salí sobrando y me quedé fuera. No quiero hablar del tema con nadie, ni demostrar mi tristeza, ni mi rabia. Así, lo tres éramos fantásticos y ahora ellos son dos y yo soy uno. ¿Qué se hace en estos casos? Atte: Nado, el Resignado.

RESPUESTA: La constante son los cambios. No dejes que nada ni nadie te baje el ánimo. Qué suerte que tus dos amigos encontraron el amor, estás en un punto de la vida donde hay muchas oportunidades de cambio. No te dejes abatir, déjalos vivir lo suyo, ponte las pilas, para las antenas y ponte a remar en busca de lo que viene para ti.

PREGUNTA: Me gusta Mariana, la dueña de la cafetería que está cerca de mi casa. Creo que yo también le gusto a ella, porque me hace conversación y se sienta en mi mesa a platicar, además me regala galletas. Me doy cuenta que se nos va el tiempo hablando de todo y de nada. Pero yo siento angustia, tengo inseguridad porque mis erecciones son de baja intensidad, no sé si quiero exponerme a una situación vergonzosa. ¿Debo intentar tener una relación con ella aunque no pueda ofrecerle una vida sexual activa o mejor continúo con esta relación platónica que no me lleva a nada?

RESPUESTA: Tener en tus manos a una mujer ardiente le daría un giro inesperado a tu vida. Lo más seguro es que despiertes gemidos y erecciones. Los juguetes y nuevas prácticas te harán explorar tus miedos. Sé valiente y si ella te atrae, juega, la vida necesita de estos retos. Son oportunidades que te harán un hombre más pleno. 

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