La Expo SexMex se descontrola en su segundo día, hubo más atasque y perversión

Ayer fue sábado cachondo, de lujuria, de perversidad, de esos para rechinar el colchón y, prueba de ello, fueron las decenas de parejas chilangas que se dieron cita para darle rienda suelta a su desenfreno en la Expo SexMex, donde por cierto, Helena Danaé lució su penachote. 

Conforme avanzaba la tarde, los escenarios de la Expo Reforma se iban saturando de miradas llenas de libido que buscaban apreciar de cerca a las estrellas mexicanas del cine para adultos y de ser afortunados y el bolsillo lo permitía, tomarse una foto de 350 pesos con alguna de ellas. 

A lo lejos se veían decenas de celulares que se alzaban entre los asistentes para conseguir la mejor toma de los show eróticos.

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Hombres, mujeres, jóvenes y parejas recorrían los tres pisos de ese recinto de la lujuria en busca de algún show, producto o juguete que les permitiera vivir nuevas experiencias en el mundo de la sexualidad.

Elizabeth Márquez, La Sirenita, Paula Ramos, Sol Raven, Patricia Moreno, Haide Unique, Fernanda Muñoz, Yorgelis Carrillo, Sara Blonde, Kourtney Love, Samantha Garmendia y Jessica Sodi conformaron el elenco que SexMex presentó en la Expo.

Y hablando de mujerones, son pocas las que asisten solas, ella van a disfrutar con sus parejas, no obstante, ellas sí se suben con los modelos, los abrazan, los tocan, juegan y hasta cachondean con ellos. 

Pero para sorpresa de muchos, el lugar más concurrido es un área swinger, cerrada estratégicamente para proteger la identidad de los implicados. Es un espacio donde las parejas conocen a otras e intercambian datos. Gente de todas las edades se concentraban ahí.

Las parejas de este sábado fueron a socializar y ver cosas ‘exóticas’, ya sea con su pareja o solos, van con la mente abierta pero con la cartera cerrada, en estos lugares podría pensarse que la gente se va a abastecer de geles, ropa interior comestible, los nuevo aparatos para dar placer y hasta muebles hechos a la medida para acrobacias sexuales, pero no, las tiendas lucían solas y hasta algo tristes, donde realmente la gente se congregaba era en los espacios con modelos semidesnudas.

(Fotos: Rosalío Huizar, El Gráfico)