Por su parte, el juez Michael Boylan, aunque tuvo en cuenta las dificultades de su salud, incluyendo un trastorno bipolar, destacó que el delito fue sofisticado y requirió planificación para realizarlo
A pesar de que la asesoría legal de la víctima solicitó la pena máxima de 60 años, un juez determinó que Jorge pudo haber evitado la muerte de la joven, por lo que impuso una culpabilidad media