en riesgo flora y fauna
Denuncian ecocidio en Valle de Bravo
Proyecto inmobiliario acabaría con 80 hectáreas de bosque, dicen activistas y lugareños
Foto: Michelle García, El Gráfico
Michelle García
Un proyecto inmobiliario denominado "Bosques Pameje" busca remover cerca de 80 hectáreas de bosque, en Valle de Bravo.
Aunque tras su venta, el territorio fue catalogado como propiedad privada, activistas buscan frenar esta construcción pues, aseguran, será sólo el inicio de una explotación inmobiliaria que dañará los ecosistemas y recursos naturales de la región.
Activistas y ciudadanos han manifestado su inconformidad sobre este complejo para frenar su construcción, que prevé la edificación de al menos 250 casas residenciales, condominios horizontales, hoteles boutique (para 900 huéspedes) y áreas comerciales.
Ante este desarrollo, el Observatorio Ciudadano de la Cuenca, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y organizaciones civiles de Valle de Bravo exhortan a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que no otorgue el dictamen de impacto ambiental a los interesados y con ello den inicio los trabajos de construcción.
arrasarían. En el sitio donde se pretende llevar a cabo el proyecto se encuentra en un Área Natural Protegida (ANP) donde habitan 80 especies de flora y fauna registrada en la NOM-059-SEMARNAT-2010, de ellas al menos 8 están en peligro de extinción, 37 son consideradas como amenazadas, 35 bajo Protección Especial y 37 más que son consideradas endémicas de la entidad mexiquense y de Michoacán.
“Desde que se hizo el cambio de uso de suelo de forestal a urbano consideramos improcedentes los argumentos, lo que trae actos de corrupción y severas irregularidades. Sin embargo, fue aprobado en la Gaceta de Gobierno del Estado de México en 2015, para ello fueron convocadas en dos ocasiones a audiencias que no fueron ciertamente públicas, en las cuales participaron entre 10 y 15 personas. No hubo una consulta ciudadana, en ellas sólo había gente del Ayuntamiento, del rubro inmobiliario y algunos trabajadores. Los estudios que presentaron no consideraron muchas especies de animales, además de que la tala de más de 80 hectáreas es alarmante. Ningún proyecto, por más sustentable que sea, podría cambiar el uso de suelo de tanto bosque para este concepto inmobiliario”, dijo Juan Carlos, activista y abogado.
involucrados. Luego de varios meses en que dicho proyecto ganó terreno, por su aprobación ante instancias gubernamentales, los activistas buscaron integrar una asamblea que contemple la participación de los ciudadanos y ejidatarios de la región.
Con ello se logró conocer el nombre de los propietarios de esta megaobra; uno de ellos es el diputado federal priísta, Tristán Manuel Canales Najjar y su hermano, José Antonio.
Este proyecto derivó de un acuerdo fechado el 26 de noviembre del 2015, en donde se aprobaba un "Plan de incorporación territorial", a fin de cambiar la densidad que se tiene en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Valle de Bravo 2006, a una mayor; es decir, incrementar el número de viviendas y capacidad de construcción sobre una superficie forestal con una mínima densidad.
"Ambos documentos, el acuerdo y el proyecto, están repletos de irregularidades. No se proponen medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, los inventarios de flora y fauna no están completos y tienen a menos del 40% de la fauna real”, dijo el abogado.