En Edomex

Señoras de Tenancingo crean objetos con agave

Luego de haber extraído mezcal de la planta, crean barro, papel, mermeladas y ladrillos con los residuos

(Foto: Ximena García)

Toluca 07/06/2018 14:38 Ximena García Actualizada 14:40
 

Las malas prácticas ambientales son uno de los factores en contra para que el Estado de México pueda obtener la Denominación de Origen del Mezcal. 

Movidas por esta restricción, las mujeres de las comunidades de San José Chalmita pusieron manos a la obra para aprovechar los residuos del agave, como la vinaza y el bagazo, una vez que el proceso de destilado a concluido.

Así, dispuestas a no sólo ayudar al ambiente, sino también generar ingresos para sus hogares, las vecinas de esta comunidad ubicada al sur de Tenancingo, han aprendido a crear barro, macetas, papel de agave (con un poco de nopal), y ecoblocs para la construcción. 

Además de hongos comestibles con bagazo como sustrato y mermelada de destilado de agave.

Enseñanza. Los sábados cuando los alumnos del Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable (CEDES) de la Universidad Autónoma del Estado de México llegan a este pequeño poblado, de apenas 800 habitantes, a 48 kilómetros de la capital mexiquense.

Sin importar el calor, las horas invertidas, e incluso el cansancio, contentas acuden a los cursos, pues saben que no sólo se trata de generar productos que podrían comenzar a comercializar, sino también, que tienen una responsabilidad ecológica.

“La mayoría nos vamos a trabajar a los ranchos cercanos, pero ahorita que vienen los tiempos de lluvia nos venimos a sembrar acá en el pueblo, maíz y frijol. 

Los cursos nos han ayudado, por lo menos ahora sabemos hacer mermelada y ya no la compramos", comentaron con las manos llenas de tierra y bagazo con lo que formaron el barro que dio vida a sus nuevos hornos.

Oportunidad. Entre risas, Soco, una de las participantes de estos cursos señaló que el proyecto les parece muy interesante, porque les gusta saber, aprender, porque ven esto la oportunidad de poder construir un negocio de la comunidad, como con los ecoblocs.

“Me interesa aprender a hacer los tabiques pequeños para las estufas ecológicas, si te empeñas en hacerlo lo mejor prosible, si la gente ve que está bien hecho tu trabajo, no vas a vender por toneladas, pero te das a conocer, se empieza de a poco".

Sin embargo, reconocen que los prejuicios en las comunidades sureñas aún predominan, lo que no las va a detener para poder ser productivas, aunque las llamen "locas" o "aventadas".

El siguiente paso es que los habitantes de San José Chalmita aprendan a tener huertos y se les enseñará sobre el cultivo de agave para que puedan vender no sólo los subproductos, sino también las plantas a fin de rescatar el maguey nativo.

(Fotos: Ximena García)

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