Quieren jugar sin límites

Por: Michelle García 

En las canchas de futbol de la Unidad Deportiva de Zinacantepec las limitaciones son un parámetro difícil de medir.

Eran las dos de la tarde y el sol caía a plomo sobre los cuatro futbolistas que entrenan como si se estuvieran preparando para un partido de una gran final; se trata de jugadores que por alguna circunstancia perdieron una extremidad de su cuerpo.

Sus nombres son María, Lauro, Axel y Ángel y como en todos los aspectos de su vida la determinación y valor son su común denominador, ya que a pesar de su discapacidad, formar el primer equipo de futbol en esta categoría es uno de sus mayores sueños.

invencibles. “Yo entreno atletismo y salto de longitud y me gusta mucho jugar futbol, así que la idea de este equipo me gustó mucho. La convivencia es sana y buena”, señaló Axel Ernesto Guapo Molina, de 15 años.

Axel, a los 8 años perdió parte de su brazo derecho en un accidente con una máquina de su padre.

El caso de María y Lauro fues distinto, ellos perdieron una de sus piernas por tumoración y caídas fatales; mientras que Ángel, nació sin parte de uno de sus brazos.

“Yo creo que no existen límites para nadie, si la vida nos puso en esta situación hay que aprender a vivir con ello y salir adelante, no sentirnos incapaces de hacer deporte u otras cosas”,  platicó  Axel.

Este equipo, que se autonombró “Corsarios”, ha logrado reunir a cuatro personas, sin embargo, esperan a más para  conformar un equipo que pueda representar a la capital del Estado de México y  poder participar en las justas deportivas que se llevan a cabo en esta categoría.

Gracias al apoyo de su entrenador, Obed Aguilar, estos invencibles han podido dar inicio a los entrenamientos que requieren para obtener la condiciones físicas y habilidades para jugar  sin ninguna limitante.

Por amor al deporte, Obed, de 21 años, decidió inspirar a más personas para que se sumen a estas actividades.

“Yo entreno a chicos con discapacidad en atletismo y natación, pero Axel es un chico con amputación de brazo que me ha movido mucho. Vi que en Querétaro había un equipo y pensé que en Toluca, a pesar de ser una ciudad tan grande, no había un equipo así”, relató el atleta.

Obed afirma que en Toluca existen tabús sobre las personas con capacidades distintas, sumado a la poca atención y apoyo que dan los Institutos del Deporte y autoridades para el desarrollo óptimo de estas personas.

“Este sería el primer equipo de Toluca y si se hace haríamos historia, tenemos ahora el aval de la Asociación Mexicana de Futbol de Amputados, la cual nos dijo que en cuanto tengamos los siete  jugadores podemos empezar en partidos amistosos”,  platicó  el entrenador.

apoyo. El equipo de futbol de amputados busca apoyo entre   los ciudadanos, gobierno o iniciativa privada para obtener los aparatos ortopédicos y llevar a cabo los entrenamientos.

 María y Lauro requieren  muletas canadienses, ambas con un valor superior a los 800 pesos.

Asimismo, estos Corsarios requieren de uniformes y calzado; además de un lugar específico para poder entrenar, pues durante los partidos en las Unidades Deportivas estos deportistas deben liberar el espacio.