El Viacrucis, entre chupe y mariguana

A pesar de que estos días son "de guardar" para los católicos, las tradiciones se han ido perdiendo poco a poco y se han transformado en pretextos para la verbena popular, dejando de lado el luto que se debe guardar en Viernes Santo.

En el Barrio de Santa Bárbara, donde se lleva a cabo una de las representaciones más emblemáticas de la Pasión de Cristo, decenas de vendedores ambulantes vieron como oportunidad de negocio la venta de bebidas alcohólicas a aquellos que iban a presenciar cómo se crucificaba a Jesús.

Cervezas, skimos, pulque, tepache, todo tipo de bebidas etílicas fueron comercializadas en el Cerro del Toloche, mientras la gente esperaba al contingente que hizo la dramatización del Viacrucis.

"Ya no nos enseñan como antes, se respetaban estos días, ni música nos dejaban poner, porque es un día de luto, hasta el domingo se puede celebrar, pero no con alcohol, sino con regocijo en el corazón, así como me enseñaron mis padres, traté de hacerlo con mis hijos, pero ya no supe cómo", comentó doña Hortensia, quien reprochó que se estuvieran vendiendo cervezas en el lugar donde iba a levantar la cruz de Cristo.

En el ambiente, más que reflexión por la muerte de Jesús, se detectaba un ánimo de fiesta, de celebración, incluso hasta marihuana se desprendía de los espectadores, pese a que había personas de todas las edades, desde bebés recién nacidos hasta de la tercera edad.

"La fe se incrementa en esta semana como en la Navidad, cuando todo el mundo tiene el corazón blandito, es lo mismo en Semana Santa cuando nos acordamos de Dios; a veces los jóvenes son los que se involucran menos, son las personas más grandes las que llevan estas fiestas al pie de la letra, pues tienen más arraigadas las tradiciones y el respeto, pero los jóvenes no respetan, incluso cuando vienen se han llegado a burlar", comentó Toño, otro de los asistentes.

Consideró que son varios los factores que influyen en que los días de asueto de Semana Santa sean considerados un "despapaye", como lo son la mercadotecnia y el espacio que se da en los trabajos, por lo que es en casa, refiere, donde se debe cultivar un respeto por las costumbres católicas.