Perro policía disfruta de su retiro, tras patrullar la capital mexiquense

Hasta hace dos años, Odín era un perro policía de guardia experimentado, que patrullaba la capital mexiquense. 

Pero el tiempo le cobró factura y a sus 10 años de edad ya no escucha bien, le falla la vista y le cuesta trabajo levantarse y caminar.

Al cumplir su ciclo de vida, a los ocho años, este pastor belga fue jubilado del agrupamiento canino de la policía municipal de Toluca, donde prestó sus servicios, prácticamente, toda su vida. Desde entonces vive su vejez en las instalaciones de la Policía Montada.

“Cuando los perros ya tienen que jubilarse se hace una convocatoria para darlos en adopción, casi siempre se los quedan los mismos compañeros del agrupamiento por la convivencia que tienen con ellos como elemento binomio, se encariñan y se convierten en buenos compañeros, en una familia”, explicó Fernando Rojas, responsable del agrupamiento canino de la policía municipal.

"En el caso de Odín, el comandante de la Policía Montada hizo el trámite y se le entregó en adopción", recordó.

Actualmente, 12 perros, de cuatro años, forman parte del agrupamiento canino de la policía de Toluca, donde se desempeñan en diferentes áreas: guardia y protección, localización de personas, rastreo de enervantes y explosivos.

 "El pastor belga es muy fácil de trabajar; el pastor alemán con el tiempo sufre de displasia o problemas en la cadera. Los perros se escogen por su temperamento, su carácter, y que sean peloteros", dijo Rojas.

El entrenamiento de los canes policía inician desde que son cachorros y diariamente se les refuerza el conocimiento a través del juego. 

(Foto: Alma Ríos | El Gráfico)