chavos ya casi no le entran a la chamba

A salvar oficio de ladrilleros en Metepec

En las ladrilleras de Tlatelulco buscan alternativas para obtener más ingresos

Ximena García, El Gráfico

Ximena García, El Gráfico

Toluca 20/07/2017 17:31 Ximena García Actualizada 17:40
 

Los habitantes de San Bartolomé Tlaltelulco eran conocidos por su destreza para la elaboración de ladrillos y tabiques, sin embargo hoy cada vez son menos los que se dedican a este oficio.

Ubaldo Jorge Camacho Torres, ladrillero de corazón, lamenta que el arte de realizar estos materiales es cada vez menos buscado por los jóvenes, quienes prefieren trabajos que involucren menor esfuerzo físico y en los cuales puedan obtener dinero más rápido como choferes y cajeros.

“Ya muy pocos los que se dedican a esto, incluso los que siguen en el negocio ya prefieren hacer block a ladrillos y tabiques, por los costos. Además de que al block no le afecta el agua, y a los otros sí, se echan a perder. Aunque los ladrillos y los tabiques son mejores para la construcción, siempre va a ser así por lo térmico, por lo resistente, porque es compatible con el cemento y el block no, porque es poroso y parte”.

En las ladrilleras de Tlaltelulco la mayoría de los trabajadores son adultos de más de 40 años, también los hay de 60, por lo que es raro ver a un joven haciendo la mezcla de barro, arena y agua. Tal es el caso de Humberto Martínez, de 22 años, quien lleva seis años haciendo tabiques y ladrillos. "Me gusta el trabajo, es uno honrado, y no gano mucho, unos mil pesos a la semana". 

OBSTÁCULOS

Humberto lamenta que su oficio pierda terreno y pueda desaparecer, sobre todo, porque no hay a quienes pasarle el conocimiento. 

“Antes, la mayoría del pueblo se dedicaba a esto, ahora podemos hablar de que es menos del 50 por ciento, digamos que de unos 100 hornos que había ahorita han de quedar como unos 40. La mayoría de los jóvenes se van a la ciudad, ya no les gusta mucho”, relató.

Además, los ladrilleros enfrentan otro problema en esta época: las lluvias. "No pega directamente el sol, y se tarda más para levantarlo y para secarse, a veces nos retrasamos hasta un mes porque hay que acoplarse al tiempo de aguas”, dijo Ubaldo.

Para que Ubaldo y sus colaboradores puedan tener listo un millar de tabiques, que venden en mil 200 pesos, tardan entre 15 y 20 días, pero con las lluvias, les toma el doble de tiempo. 

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