Mantienen precios de pescados y mariscos

Durante la temporada de cuaresma, la tradición católica marca que los viernes no se come carne roja, lo que ayuda a que los vendedores de carnes blancas, en especial pescados y mariscos, suban sus ventas; sin embargo, cada año, esta práctica se ha ido perdiendo, por lo que los comerciantes temen que desaparezca la oportunidad de subir sus ingresos.

Hoy no sólo tienen que preocuparse por la tradición perdida, porque en esta temporada los precios de pescados y mariscos tienden a subir, aunque "no mucho", pues intentan cuidar las carteras de sus clientes.

“Tenemos una lista de precios desde hace 3 o 4 años. Ahorita lo que más ha aumentado es el salmón porque se cotiza en dólares, lo que se traduce en un 15 o 20%. Nosotros, la cuaresma la ocupamos para cuidar a nuestros clientes, no para perderlos”, aclaró Raúl Herrera, de la Pescadería y Ostionería El Pulpo.

Para consentir a los clientes, en el Mercado Morelos tienen una variedad de productos, pues saben que no todos pueden costear ciertos productos, por lo que les ofrecen pescados baratos, pero que igual tienen un contenido nutricional.

“Tenemos pescados como la mojarra, gurrubata y lisa, entre otros, los que vendemos con espina, pero la gente siempre prefiere las variedades sin espinas, por eso también tenemos filete de huachinango, en 200 pesos y de cazón, en 160. El pulpo cocido vale como 220, el crudo entre 70 y 80 pesos, dependiendo el tamaño, mientras que el camarón ronda en los 220 pesos también.

Otros comerciantes comentaron que el incremento por la demanda este año va entre los 10 y 20 pesos por kilo, por lo que consideran que todavía son precios accesibles e invitaron a las personas a consumir los productos marinos, que no sólo ayudan a cumplir con lo que manda la tradición, sino que son saludables.

Comerciantes recomiendan consumir productos frescos, que no hayan estado congelados por más de siete días.

Por su parte, la Profeco dio a conocer que realizarán cerca de 150 inspecciones en el Valle de Toluca para verificar que los precios no sean excesivos y las básculas estén calibradas, de no ser el caso, el comerciante se hará acreedor a una multa de hasta 35 mil pesos.