Seguirán operativos contra jaurías en San Pedro Totoltepec

La impotencia, el coraje, la rabia, la zozobra, una mezcla de sentimientos se reflejaba en las gargantas, bocas y miradas de una treintena de habitantes de San Mateo Otzacatipan, San Pedro Totoltepec, la colonia Cultural, entre otras, que acudieron a identificar a los perros de las jaurías que atacaron a sus vecinos, a sus amigos, a sus hijos, a quienes les arrancaron extremidades y la vida, debido a la omisión del ayuntamiento ante la denuncia del peligro.

"La ineptitud con la que han estado trabajando, por eso hay tanta gente mutilada, por eso mi hijo está muerto, por eso mis nietas se quedaron sin padre", fue el reclamo que lanzó Concepción Cruz Martínez a las autoridades del ayuntamiento de Toluca y de la PROPAEM, pues el 14 de junio Cristian Ortega, su hijo, fue atacado al defender a un señor de la tercera edad, y dos días después, falleció en el hospital, desangrado. 

En la reunión estuvieron presentes José Guadalupe Maya, director de Medio Ambiente y con Alejandra Arias, subprocuradora de Protección a Fauna Ambiente, quienes intentaron dialogar con los vecinos, no se llegó a un acuerdo sólido, sólo a que los operativos en contra de las jaurías van a continuar.

que los maten. Durante la visita al Centro de Control Animal, los vecinos exigieron que se sacrifique a los perros capturados durante el operativo que ha estado implementando en las zonas de ataques, ya que es imposible determinar cuál sí participó y cuál no, a lo que las autoridades respondieron que no están capacitadas para ello, por lo que sólo se comprometieron a que los canes sean examinados por un especialista y que se determine su nivel de peligrosidad, y sólo entonces, determinar la acción a seguir.

"Mucha gente está perdiendo una vida, mi hijo ya no quiere vivir, por ejemplo, tiene 18 años, yo sólo quiero justicia, a la gente que está defendiendo a los perros que porque pobrecitos, yo sólo los invito a que pasen a un hospital y vean lo que se sufre, mi hijo está en cama entre la vida y la muerte porque a cada rato le siguen apuntando partes de su cuerpo", comentó Emma García, madre de otra víctima de las jaurías.

Así fue como culminó la primera reunión entre víctimas y autoridades, por lo que se programaron al menos dos más para poder llegar a un punto de acuerdo sobre lo que se debe y no hacer con la población canina que vive en Toluca.