Bandas operan desde hace seis años
Habitantes de Toluca temen denunciar a huachicoleros por amenazas
Vecinos del norte de Toluca se hacen de la vista gorda ante la ordeña de gasolina; al día, los criminales extraen ilegalmente 45 mil litros
(Foto: Alma Ríos, El Gráfico)
EDOMEX.– Era jueves por la noche. Desde un automóvil de lujo que circulaba con las placas cubiertas con hule negro y vidrios polarizados, un forastero apuntaba un arma de fuego hacia algunas casas habitadas. Eso le fue suficiente para intimidar a las familias otomíes que atestiguaron cómo, minutos antes, un grupo de personas ordeñaban el ducto de Pemex que atraviesa por la zona norte de Toluca.
“¿Cómo no vamos a tener miedo de denunciarlos, si están ahí nuestros niños, nuestras esposas? Un tiempo nos llegamos a reunir hasta 400 vecinos para denunciar a los huachicoleros, pero en pocos días ya éramos menos de la mitad, casi todos prefieren callar”, platica uno de los habitantes de San Pablo Autopan.
TODOS LO SABEN. “Los huachicoleros llegan a tu casa y te dicen: ‘vamos a abrir, ¿jalas o te chingo?’ ¿Y qué le queda hacer a la gente? pues decir: ‘pues trabaja, a mí qué’. En un día, llegan a extraer hasta 45 mil litros en tres viajes; imagínate que vendan el litro a 10 pesos, por eso ellos no pierden nada al corromper a la gente”, relata otro habitante.
Así como estos, abundan los testimonios que explican por qué, durante al menos seis años, el robo de combustible ha sido un secreto a voces en la zona, donde para los pobladores ya es común escuchar el ruido de las palas y ver pasar camionetas con redilas, taxis, carcachas y todo tipo de vehículos que cargan combustible extraído de manera ilegal, incluso, bajo el resguardo de patrullas. El mismo alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, reconoció que elementos de la policía municipal protegían a los huachicoleros.
Sólo 40 minutos de distancia las separan del centro de la ciudad, pero a estas comunidades no ha llegado el progreso y eso los hace vulnerables.