Vida
Razones de peso para bajarle a las “garnachas”
Comer en la calle no solo afecta el bolsillo, también le pasa factura al cuerpo
Foto: Archivo El Gráfico
En Estados Unidos abunda la comida rápida mejor conocida como fast food, en México tenemos a la “garnacha”. Esta amiga, consuelo de todos en algún momento de hambre, es toda aquella comida que se puede encontrar en puestos ambulantes y que se caracteriza por estar frita y ser de fácil y rápida preparación, además de tener un saborcito al que difícilmente podemos resistirnos.
El ejemplo típico son las quesadillas, pero también hay tacos, gorditas, flautas, tamales fritos, peneques (sin albur), chimichangas y toda una variedad de alimentos ante los cuales, es muy fácil sucumbir.
Cuando comemos en la calle, no siempre lo hacemos porque tenemos hambre, sino por antojo el 35.5% de las veces, porque tenemos prisa en otro 34.3% o porque nos queda cerca de nuestro trabajo o casa el 16.8%, de acuerdo al Gabinete de Comunicación Estratégica. Solamente el 14% de las personas que come en la calle declara que lo hace porque tienen hambre. Así que ahí te van las razones para bajarle a las “garnachas”; y como que no queriendo, mejores tu salud.
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Siete de cada diez adultos tiene obesidad y sobrepeso. Eso nos coloca como uno de los países con el mayor índice de obesidad en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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La obesidad ocasiona enfermedades cardiovasculares, es la principal causa de muerte a nivel internacional.
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La diabetes y osteoartritis son dos de las enfermedades más comunes derivadas de la obesidad. Estas pueden tener como consecuencia una muerte prematura.
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México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil. Los niños desarrollan dificultades respiratorias así como más propensión a sufrir fracturas e hipertensión.
Eso sí, lo anterior no ocurrió de la noche a la mañana y entre algunos de los factores que ocasionaron esta situación, se encuentran:
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Falta de actividad física. El 56% de los mexicanos no realiza ejercicio, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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El entorno. La Ciudad de México tiene el peor índice de tráfico en todo el mundo, ocasionando que pasemos mucho tiempo inactivos en el coche o el transporte público.
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La economía. El costo de los alimentos sanos es más alto que el de la comida rápida (como las garnachitas, por ejemplo).
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Psicológicos. La baja autoestima puede ocasionar trastornos alimenticios (como comer en exceso).
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Sociales. Muchos de nuestros hábitos, incluyendo los alimenticios, se deben a la influencia de nuestros familiares, amigos o las personas que nos rodean, de acuerdo a un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Loyola en Chicago.
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Genética. Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) y de Medicina Genómica revelaron que los mexicanos tenemos alta predisposición genética para desarrollar sobrepeso y obesidad, gracias al gen ABCA1.
La buena noticia es que ambos padecimientos pueden prevenirse, en pocas palabras: nunca es tarde. Si aún así decides entrarle a la garnacha, en lugar de ordenar el refresco de cola de siempre, cámbialo por el de la misma marca, pero en esta ocasión, por uno bajo o sin calorías, que no tenga azúcar, que sea de menor tamaño. A fin de cuentas hay opciones.
Cómo verás, la prevención de serios riesgos en la salud depende de ti, de cómo te adaptes y modifiques tus hábitos. Deja de sentirte culpable por lo que comes, y mejor, mídete y toma las mejores decisiones para ti.