La violencia tiene muchas caras e identificarla puede ser complejo, incluso hay actos que la encubren que pueden confundirse con acciones de “amor”.
En todo caso, es un fenómeno alarmante; la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene datos de que 9 de cada 10 mexicanas sufren violencia en el noviazgo.
Maltrato no es amor. Está claro que la violencia en una relación sentimental se da de manera cíclica, comienza con tensión, seguida de un acto violento, arrepentimiento y concluye en reconciliación.
La campaña Promesa Avon de poner fin a la Violencia contra las Mujeres señala estas características y advierte:
Esto genera un vínculo de dependencia emocional y posesión difícil de romper, llegando a poner peligro la vida.
Para detener esta ola amenazante, hombres y mujeres deben conocer los tipos de agresión contemplados en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia:
Violencia psicológica: acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica de la persona: insultos, humillaciones o amenazas que lleven a un estado de depresión, aislamiento, devaluación de la autoestima u orillarla al suicidio.
Violencia física: acto que inflige un daño no accidental, usando la fuerza física, ocasionando lesiones externas o internas.
Violencia patrimonial: Acto u omisión que afecte la supervivencia de la mujer como sustracción, destrucción o retención de objetos, documentos, bienes o recursos económicos.
Violencia económica: Acción que afecte la supervivencia económica de la mujer.
Violencia Sexual: Acto que degrade o dañe el cuerpo y/o la sexualidad de la mujer, atentando con su libertad e integridad física.
No lo olvides. En la búsqueda del bienestar de las mujeres, se mantiene la Promesa Avon contra la Violencia hacia las Mujeres, y en alianza con la Conavim, se enlistan algunas recomendaciones:
—Erradicar roles y estereotipos que dicten normas desiguales.
—No justificar comportamientos obscenos hacia la persona.
—No permitir que una relación amorosa se base en celos, reclamos o control.
—No justificar un acto violento por amor.
—Fomentar desde la niñez una educación justa e igualitaria.
—No permitir actitudes micromachistas.