TIP DEL DÍA
¿Cómo se usa el columpio del hotel para hacer el amor?
(Foto: El Gráfico)
Hola mis amorcitos, aquí su querida Helena mandándoles mucho amor para que su delicioso sea maravilloso esta semana.
Hoy quiero hablarles de lo fabuloso que es incluir nuevos métodos al momento de montarnos en el guayabo.
Saben que en algunos moteles hay un columpio en medio de la habitación. Ya habíamos ido varias veces a uno que lo tenía, pero nunca lo habíamos usado. Hace unos días decidimos ir sólo para probarlo.
La verdad es que al ser nuestra primera vez nos sentíamos emocionados, pero también no sabíamos qué posiciones hacer en él, pero una cosa llevó a la otra y terminamos dominándolo. Recuerden: la práctica hace al maestro.
Llegamos y yo ya estaba goteando, deseando tenerlo dentro, llevaba un vestido negro entallado y un arnés que dejaba mis tetas y mi almendrita disponibles. Era como si el mismo arnés jalara mis labios para dejar mi centro expuesto.
No tuvimos que decir mucho, en cuanto cerramos la puerta de la habitación, me puse de rodillas y bajé su cierre dejando salir su animal duro y venoso. comi el pepino de un solo movimiento y cuando lo saqué ya lo había dejado bien lubricado, comencé a darle lengüetazos mientras con una de mis manos lo jalaba y con la otra acariciaba sus kiwis.
Después fue momento de sentirlo dentro de mí, así que él me cargó y me puso en el columpio en misionero. Primero estuvimos un poco inestables pero rápido tomamos el ritmo.
Él estaba enfocado en darlo todo, era mejor porque no había tanto desgaste físico, el columpio hacía el trabajo de sostenerme y él sólo me mecía para las embestidas.
Después puse mis pies en su pecho, con su amiguito dentro y yo tomé el control. Me movía para el típico “mete-saca”, pero también disfruté de hacer movimientos en “U”, cuando estaba bien dentro de mi, lo apretaba y lo soltaba cuando me alejaba sacándolo de mi cuerpo.
Estuvimos alternándonos para llevar nuestros cuerpos al éxtasis. Terminé dos veces y en una de ellas, exploté empapándolo... dejé chorreándo el columpio. Eso lo excitó al punto de terminar fuera de mí. Me llenó el abdomen y los melones mientras yo seguía recuperándome del orgasmo, así que el placer fue mutuo.
Nos divertimos mucho y ya estamos planeando nuevas posiciones para probar. ¿Les gustaría una escena ahí?
Espero que esta semana se pongan a buscar un motel con columpio y pongan en práctica sus acrobacias. Me cuentan qué tal les fue.
Les envío todo mi amor y espero con ansias la próxima semana para que me tengan en sus manos.