¿Cuánto cuesta divertirte? Te lo decimos en hamburguesas

El mundo pandémico nos obligó a llevar una dieta estricta de diversión, que consistió básicamente en picotear tardes de streaming desde nuestros sofás, mientras digeríamos el mal sabor de la realidad que se cocinaba fuera de nuestras casas.

Era lógico que, una vez que acabó el ayuno y regresaron los tan esperados eventos públicos, el hambre por nuevas experiencias al aire libre se intensificara. 

Desafortunadamente, los ingredientes ya no eran los mismos, para empezar, la inflación había amargado con altos costos casi todos los sectores, incluido el entretenimiento.

¿Qué tan caro es salir a divertirse en el mundo postpandémico? Más de lo que la mayoría puede saborear en el caso de México, donde el promedio de ingresos mensuales, según la OCDE, es de 13 mil 500 pesos.

Para simplificar esta idea, hicimos un análisis de costos utilizando el Índice Big Mac, una medida de poder adquisitivo cuya receta inventó The Economist en 1986, que consiste en comparar cuánto cuesta la hamburguesa Big Mac de McDonald’s en distintos países. 

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Dado que es un producto que se genera localmente, pero se vende en casi todos lados, su precio puede ser un indicador útil para ver las diferencias de poder adquisitivo de las personas y las variaciones en los tipos de cambio entre monedas.

La Big Mac en México ha subido de precio en los últimos meses, pero de acuerdo con datos del primer trimestre de 2023 de Statista, su valor rondaba los 3.92 dólares (66.44 pesos), frente a los 5.14 en Estados Unidos (86.96). Para asistir al show más costoso en ese país (Beyoncé en MetLife Stadium de Nueva Jersey), una persona tendría que comprar 146 hamburguesas mientras que en México asistir a un concierto como el de RBD equivaldría a comprar 44 más, casi 190 hamburguesas.

Esta consiste en comparar cuánto cuesta la hamburguesa Big Mac de McDonald’s en distintos países. Dado que es un producto que se genera localmente pero se vende globalmente, su precio puede ser un indicador útil para ver las diferencias de poder adquisitivo de las personas y las variaciones en los tipos de cambio entre monedas.

El teatro no se salva. La obra de Vaselina Timbiriche, tiene precios muy elevados, incluso para los estándares de Broadway, para verlo se necesitaría comprar 90 hamburguesas. Mientras que ir a obras de Nueva York como Aladdín vale 44 Big Macs y El Rey León (68).

El que se salva es el cine, para ver una película sólo se necesita prescindir de una hamburguesa, mientras que en otros países, como Corea y España, de dos de estos platillos consumidos por casi todos lados. 

(Foto: El gráfico)