La manera de alimentarse, las preferencias o el rechazo de algunas comidas en familia influyen en la dieta durante la etapa infantil. En ese periodo, los niños adoptan la mayoría de los hábitos alimenticios.
Un detalle curioso es que la influencia del padre en el desarrollo de sobrepeso de sus hijos parece ser mayor que la de la madre, cuenta el doctor David Barreto, quien es especialista en medicina pediátrica.
Cada quien su plato. Un estudio de la Universidad de Chile asegura que la figura paterna es la que más impacta en el comportamiento alimentario de los niños. Ellos desempeñan un papel más importante sobre la alimentación de sus hijos.
El especialista dice que está demostrado que los hijos de padres con obesidad corren mayor riesgo de padecerla.
Los niños y adolescentes que crecen en hogares en los que se consumen alimentos sanos, frescos y bajos en calorías, tienden a mantener una dieta similar en la edad adulta, precisa.
En campo, el papel de los padres en la educación alimentaria es esencial, sobre todo porque la mayoría de estos hábitos se aprenden por imitación y orientación en casa.
Malas costumbres. Un padre que consume productos poco nutritivos o come en exceso, se salta comidas o lleva una vida sedentaria, transmitirá a sus hijos esos hábitos nocivos, pues los niños imitan los comportamientos de los adultos, sobre todo de los más cercanos, como los padres.
El doctor Barreto señala que hay padres que tienden a sobrealimentar a sus hijos con la idea de que lo necesitan para crecer fuertes y sanos. Lo cierto es que servir raciones más abundantes de lo que necesita el niño para su edad es poco saludable. Hay que estimular el consumo de frutas y verduras.
Algo que no es bueno, indica el pediatra, es obligar al niño a terminar toda la comida de un plato, cuando en realidad el niño está satisfecho.
Muchos padres permiten que sus hijos escojan sus menús o que ingieran productos procesados en exceso, esto porque que no prestan suficiente atención a lo que comen sus hijos. Y cuando se convierte en un hábito se presentan problemas de obsesidad infantil. Es importante llevar a los niños al médico con regularidad.