El bronceado es para mucha gente símbolo de belleza, pero se debe tener en cuenta que exponerse excesivamente a los rayos solares daña la piel y puede ocasionar quemaduras.
Algo para tomar en cuenta es que quienes tienen pieles blancas deben tomar mayores precauciones que las personas de piel morena.
Las pieles blancas sufren quemaduras solares a los 20 minutos de exposición, en tanto que las morenas padecen los daños solares después de 60 minutos de exposición, advierte Víctor Mundo, director Médico de la División Consumer Health de Bayer.
Luces quemantes. México registra ocho meses críticos en los cuales la radiación ultra violeta es extrema: 77% de la radiación solar ocurre de marzo a octubre, periodo en que la piel está más expuesta al sol y es posible sufrir quemaduras.
Las lesiones solares causan más que nada inflamación y enrojecimiento, que aparece unas horas después de la exposición, llega a su máxima intensidad de 10 las 24 horas después.
Otros síntomas son ardor y dolor en la zona afectada, que desaparecen después de dos o cinco días, cuando se presenta descamación.
En casos extremos, puede llegar a quemadura solar de 1º o 2º grado superficial, formando ampollas, advierte el experto.
Lluvia de radiación. Una quemadura solar debe tratarse como una herida para impedir la extensión de la lesión, aliviar el dolor, prevenir las infecciones y la deshidratación, señala.
En casos así, es recomendable aplicar en la zona dañada pomadas con dexpantenol, precursor de la vitamina B5 no solo alivia el ardor y comezón, además es una sustancia que reconstruye la piel irritada, agrietada o con quemaduras leves, apunta el doctor Mundo.
Cuando el dexpantenol entra en contacto con la piel se absorbe rápidamente y se convierte en ácido pantoténico (vitamina B5), indispensable para la formación y regeneración.
Además, se recomienda usar lentes oscuros, gorros o sombreros, ropa que proteja brazos, piernas y cuello, así como bloqueador solar.
