¿No puedes dormir?
(Foto: Archivo, El Gráfico)
No dormir puede ser agotante y frustrante, causar problemas como depresión, dolor crónico, susceptibilidad a enfermar, presión arterial alta y más riesgo de sufrir accidentes.
Eric, experto del Centro para Medicina del Sueño dice que las pastillas para dormir pueden ser un componente eficaz de la terapia para el sueño, pero deben tomarse con cuidado.
Pesadilla despierto. La incapacidad de conciliar o mantener el sueño es síntoma de alguna enfermedad o afección que contribuye al mal dormir y posiblemente incluye:
Dolor crónico, tos, problemas cardíacos, dificultad para respirar, problemas digestivos, reflujo ácido o de tiroides y trastornos del sueño como apnea obstructiva o movimiento de las piernas.
Alerta sobre que el alcohol y medicamentos, así como antidepresivos, cafeína, descongestionantes, fármacos contra el asma y analgésicos pueden contribuir al insomnio.
“Por ello, es importante que el paciente primero se someta a una evaluación médica minuciosa”, indica.
“Cuando piense en tomar una pastilla para dormir, es fundamental que usted y su médico sopesen las ventajas y los riesgos”, explica.
Un fármaco que ayuda a dormir puede provocar efectos secundarios: mareo o aturdimiento y riesgo de dependencia.
El médico señala que una persona puede despertarse y continuar somnolienta o tener problemas con la memoria diurna y el rendimiento físico.
La tolerancia a los efectos sedantes de los antihistamínicos puede producirse con rapidez, de modo que cuanto más tiempo se tomen es menos probable que den sueño.