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La "maldición" del orgasmo fantasma
(Foto: El Gráfico)
Hola, mis amores, ¡feliz miércoles! Recordemos que un buen sexo puede hacernos felices y ayudarnos a que nuestra semana mejore, pero hay una contraparte: ¿qué pasa cuando el sexo nos deja más estresados o sintiéndonos incompletos?
Hay muchos motivos por los cuales el sexo podría no ser bueno, pero hoy me voy a enfocar en uno: cuando duele “no terminar”.
Sabemos que los hombres sufren cuando eso les sucede (porque se han encargado de divulgarlo), que incluso deben hacerse un trabajito manual, pues sienten que es peligroso no eyacular. Pero, ¿qué hay con nosotras?
Dejando de lado los asuntos clínicos, nos enfocaremos en quienes no tienen algún padecimiento, sino quienes sólo ese día no alcanzaron el clímax.
Puede ser porque los interrumpieron, porque él terminó antes que ella o un sinfín de cosas que pueden suceder en el delicioso, que hacen que cuando ya estás a punto, ya lo tienes casi saliendo y algo lo para de repente.
El orgasmo se queda ahí, en el limbo, no sale y se queda atorado. En esos casos TAMBIÉN NOSOTRAS SUFRIMOS. Cólicos, presión en el vientre, nuestra almendrita se queda a medias.
Es incómodo y, a veces, no basta con masturbarnos, pues el orgasmo se queda ahí como un fantasma; simplemente se fue, pero queda una esencia para mal. Sufres y no sabes cómo aliviarlo, cuando vas a orinar es como si tu cuerpo no supiera qué hacer. Dan espasmos y a veces dura todo el día la sensación, es horrible.
Sí, nosotras también sufrimos al no venirnos. Ya habíamos hablado en otra columna sobre lo delicado que era el orgasmo femenino, que si ya llevas un ritmo, no lo cambies. Nuestro orgasmo ¡está en tus manos... o en tu lengua!
Serás responsable de que tu pareja no sufra estas consecuencias de no terminar y así puedes hacerte un experto en hacerlas venir.
Creo que hay un momento en el que tal vez podrías recuperarlo, como si se te escapara el orgasmo pero dejara una cuerda detrás de él, puedes agarrarlo y regresarlo. Debes tener mucha comunicación o aprender a leer el lenguaje corporal de tu pareja.
¿Alguna vez te has sentido culpable de que una pareja tuya no lograra llegar al orgasmo? Espero con ansias la próxima semana para que me tengan en sus manos. Les mando bonita vibra.