Cubana se esfuma tras crimen en la Condesa

La mujer  extranjera que acompañaba la madrugada del domingo a Marco Antonio Cardona Utrilla, dueño del bar Life de la Condesa, desapareció tras el crimen.

Ella es testigo principal del caso, pues vio al hombre que le disparó al empresario en la cabeza con una pistola que aparentemente tenía silenciador.

La cubana, de 27 años, dijo en sus declaraciones iniciales que fue un solo hombre vestido de negro el que llegó a la ventanilla del piloto del coche Mini Cooper y activó su arma. 

Autoridades de la PGJDF revelaron que después de la entrevista con policías de investigación no la han localizado para que rinda su testimonio ante el Ministerio Público. 

En el domicilio que dio en la colonia Del Valle nadie responde, su teléfono celular está apagado y hasta el momento no tienen algún otro sitio dónde ubicarla.  

La madrugada del domingo, tras el ataque, corrió hacia el bar Life y pidió ayuda. El primero que escuchó sus gritos de auxilio fue Raúl Rodríguez Gómez, chofer del empresario, quien corrió hacia el auto de su jefe y después en busca de una patrulla.  

Hasta el momento han rendido su declaración familiares y trabajadores del empresario, quienes han coincidido al señalar que desconocen el paradero de su acompañante.

lo amenazaban constantemente. El hermano de Cardona Utrilla dijo que por sus actividades Marco Antonio era amenazado de manera reiterada por supuestos extorsionadores que le exigían dinero a cambio de protección.   Aseguró que le llamaban por teléfono o lo amedrentaban por medio de mensajes o terceras personas, pero aseguró que siempre minimizaba esas advertencias, por eso no presentaba denuncias. 

Ayer, este medio dio a conocer que los asesinos rondaron en una Lobo la calle donde está el bar una hora antes del crimen.