Familia estaba marcada por la muerte
Luego de un pleito, Edward Erik Morales Guzmán fue asesinado; tres años después mataron a su madre y recientemente a su carnal
(Foto: Archivo El Gráfico)
La madrugada del 8 de mayo de 2011, Edward Erik Morales Guzmán llegó acompañado de uno de sus sobrinos a una fiesta en una casa de la colonia Tlacotal, en Iztacalco.
Ahí le dio mil pesos a uno de los invitados para que fuera por whisky y cigarros. El enviado no regresó, por lo que Morales Guzmán salió a buscarlo. Al encontrarlo lo golpeó. Este sujeto corrió sin entregarle los billetes y fue con otro hombre, identificado como Rodolfo Gabriel Anaya, a quien le pidió ayuda.
Juntos fueron a buscar a Edward y al encontrarlo de frente Rodolfo, alias “El Jimy”, lo amenazó, pero Edward les dijo que los golpearía. En ese momento Anaya Lara le mostró una pistola que llevaba en la cintura.
Amigos de Morales Guzmán se lo llevaron, pero antes de subir a su auto, un BMW blanco, se regresó y “El Jimy” le disparó.
Herido subió al coche, pero cuando avanzaba sobre avenida Tezontle perdió el control y se estrelló contra un tráiler; ahí murió. Su homicidio fue el primero de tres que han marcado la vida de su familia.
Les echó los perros. Testigos de la agresión que sufrió Edward Erik dieron datos del presunto homicida.
El 6 de julio de 2011, un grupo de agentes realizó un operativo para capturarlo en la colonia Barrio Norte, en Iztacalco.
Al ver a los policías, Rodolfo Gabriel Anaya Lara, “El Jimy”, prefirió usar a sus perros antes de ser capturado.
Al verse rodeado entró a un lavado de autos y salió segundos después con dos perros Rottweiler. Los soltó y dio la orden de ataque. Los agentes dispararon. Uno de los animales murió, el otro resultó herido. Después detuvieron a “El Jimy”.
Víctima era secuestrador. Durante la investigación se supo que Morales Guzmán había estado detenido en 2006 por secuestro. Luego de un año de proceso —en agosto de 2007— fue sentenciado a 61 años y seis meses de prisión.
Sin embargo, el 4 de diciembre de ese mismo año los magistrados de la Cuarta Sala Penal del TSJDF revocaron la sentencia y lo dejaron en libertad junto con otros dos cómplices.
En el 2011, Edward Erik Morales Guzmán tenía 27 años y existían sospechas de que se dedicaba a negocios ilegales.
Su velorio, en su casa de la colonia Campamento 2 de Octubre, ayudó a incrementarlas, pues cerraron la avenida Juan Álvarez, le llevaron música de banda y sus familiares y amigos lanzaron varios tiros al aire.
Balean a sus padres. Al cumplirse el tercer aniversario de su muerte, el 8 de mayo de 2014, sus padres, Rosa María Guzmán Hermosillo, de 63 años y Martín Morales Valdez, de 62, acudieron a limpiar el nicho que mandaron a hacer en el sitio donde Edward Erik murió.
Mientras acomodaban unas flores, dos hombres armados se acercaron a la pareja y le dispararon. Rosa María murió antes de ingresar al hospital Balbuena; su esposo sobrevivió.
Aunque se relacionó el ataque con el homicidio de su hijo y sus antecedentes de secuestro, las autoridades no lograron detener a los responsables.
Matan a su hermano. La muerte más reciente que alcanzó a otro de sus familiares ocurrió el pasado 25 de agosto cuando Christian Morales Guzmán fue ejecutado junto con uno de sus amigos afuera de su casa, en la colonia Campamento 2 de Octubre.
Esa noche, con el pretexto de pagarle 30 mil pesos que le adeudaban por la venta de una camioneta, Morales Guzmán salió y fue acribillado. Cuando agentes de la PDI vieron su cadáver dijeron que lo investigaban por secuestro. La PGJDF capturó a tres sujetos, quienes dijeron que lo mataron porque se quedó con un rescate.