Camillero, el último adiós a un verdadero "Rey Mago"
Jorge Luis Tinoco Muñoz era muy querido por sus compañeros y pacientes del hospital
Jorge Luis Tinoco Muñoz Foto: El Gráfico
Era un amigo, alguien que siempre estuvo para dar ánimos y decirles que ‘todo iba a estar bien’, así recuerdan sus compañeras de trabajo a Jorge Luis Tinoco Muñoz.
El hombre es considerado un héroe, quien junto con Mónica Orta y Juana Zacarías, enfermeras del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, desalojó el área de terapia intensiva cuando todos comenzaron a evacuar el recinto. El camillero, el hombre entrañable no pudo abandonar a los bebés más graves de la clínica aún a costa de su vida.
El día de ayer, el camillero, que tenía 26 años, fue despedido por su madre, Sandra Irma Muñoz de 46 años, familiares y amigos en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, luego de su deceso a las 5:45 de la mañana.
Al salir su cuerpo del hospital Rubén Leñero, compañeros de trabajo que permanecían afuera del nosocomio, lanzaron globos blancos seguidos de aplausos a manera de homenaje.
Tinoco era una de las víctimas que permanecía en estado de gravedad, luego de la explosión del Materno Infantil de Cuajimalpa. El joven fue internado en el Hospital Rubén Leñero con el 97 por ciento de su cuerpo quemado, además una fractura de tobillo y pérdida total del ojo izquierdo.
Jorge Luis acababa de terminar su carrera técnica de Trabajo Social, la cual sostenía gracias al trabajo que desempeñaba como camillero de turno nocturno, desde hace siete años.
La gravedad de sus heridas se debe a que se encontraba cerca de la entrada, que fue la zona más afectada por la explosión.
“En el turno nocturno no había un protocolo de seguridad para evacuar. No desalojaron a tiempo porque nunca nadie nos dijo nada. Dijeron que tenían controlada la fuga, pero no fue cierto. Tuvieron 20 minutos para desalojar y lo hicieron hasta que ya estaba la nube de gas en el estacionamiento y el aroma ya era insoportable”, comentaron compañeros Jorge Luis que trabajaban en el hospital y que prefieren guardar el anonimato.
“Era un muchacho muy tranquilo, sin vicios y muy trabajador”, recuerda Jorge Muñoz, tío del camillero
El joven además llevaba dos años disfrazándose de rey mago para alegrar a los niños pacientes de cáncer del hospital. Para aquellos que lo conocieron, saben que era un héroe nato, pues su vocación era siempre ayudar a la gente.
“Una ocasión llevó a un paciente a su casa, un señor mayor que no podía ni caminar. No había forma de llevarlo y él, junto con otro de nuestros compañeros, fue a dejarlo sin que le pagaran nada”, comentaron compañeros de Jorge Luis.
El joven quien era fanático de la serie de televisión "The Walking Dead" y kick boxing, cada tercer día hacia guardia en el hospital de Cuajimalpa, pese a que vivía con su familia en la delegación Iztapalapa.
El próximo lunes el gobierno del Distrito Federal, junto con la Secretaría de Salud, planean realizar un homenaje a las 5 víctimas de la explosión del hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.
Por: Tanya Guerrero