Chicles en el suelo es un peligro sanitario
Tan sólo en 2013 se despegaron del piso más de 72 millones de gomas de mascar en el Centro
(Foto: Archivo El Gráfico)
Eduardo Hernández y Diana Delgado
En algunas calles del Centro Histórico se puede observar una masa negra de unos cinco centímetros de diámetro que se confunde con mugre o con el propio modelo del piso, pero en realidad son los ‘cadáveres’ de los chicles que dejan los peatones.
Retirar cada chicle cuesta dos pesos, y para hacerlo se utilizan líquidos desengrasantes e hidrolavadoras, que son máquinas que expulsan agua a presión a 80 grados centígrados.
La limpieza se hace en la mañana. El operador de la máquina libera un chorro de vapor sobre la goma de mascar para ablandarla y luego libera un químico no tóxico que disuelve el residuo. Se enjuaga y queda limpio.
LLENO DE BACTERIAS. En un día se llegan a retirar entre 800 y mil chicles en un tramo de alguna vialidad del Centro Histórico.
Madero, Palma, Isabel La Católica, 5 de Mayo, 16 de Septiembre y Bolívar son las calles y corredores donde los residuos se cuentan por millones.
La situación es grave. Tirar el chicle al suelo tiene consecuencias sanitarias y económicas.
Datos oficiales detallan que cerca de 20% del Centro Histórico padece este problema; en el año 2013, se retiraron 72 mil 488 chicles.
Además, se convierten en foco de infección porque acumulan hasta 10 mil bacterias y hongos que pueden resultar dañinos.