Bebé muere ahogado en una cubeta

Demián Andrei tenía un año y ayer murió ahogado en una cubeta, en la que supuestamente cayó por accidente, mientras su madre se bañaba en una vivienda del Centro Histórico.

Cuando la mujer se dio cuenta de lo que había ocurrido, tomó al niño entre sus brazos y salió corriendo de su casa, en el número 5 de República de Honduras, para pedir ayuda, pero ya nada pudieron hacer por el pequeño.

Yenica López de la Luz, madre del menor, aseguró a las autoridades que su hijo dormía en la cama cuando ella entró al sanitario. Tardó casi 20 minutos bañándose y cuando salió lo encontró con la cabeza sumergida en la cubeta, la cual se encontraba al pie de la cama.

Según dijo, esa cubeta contenía agua que había sido usada para la limpieza del hogar.

En su departamento, el número 10, también se encontraba la abuela de Demián Andrei, de quien se desconoce qué hacía cuando ocurrió el accidente, aproximadamente a las 11:30 horas.

Al ver a su pequeño inconsciente, López de la Luz lo tomó en sus brazos y corrió por el pasillo pidiendo ayuda. Sus gritos se escuchaban a varios metros de distancia.

"Decía que su hijo estaba muerto, gritaba y lloraba muy fuerte, fue muy dramático porque se hincó y suplicaba que revivieran al bebé", comentó una comerciante de la zona.

La ambulancia llegó, pero el menor ya no tenía signos vitales. Su cuerpo quedó en la plazuela de la plaza Garibaldi entre dos estatuas de mariachis, que parecían cantarle una despedida.

Por Astrid Sánchez

 Foto: Armando Martínez / El Gráfico