Uno de los mejores poetas mexicanos de toda la historia
Recordamos a Jaime Sabines con sus mejores frases
El célebre autor falleció hace 17 años
Foto: Twitter
Hoy se cumplen 17 años desde que falleció uno de los mejores poetas que ha engendrado este país: Jaime Sabines. Autor de “Tarumba”, “Adán y Eva”, “Maltiempo”, “Tlatelolco” entre muchas otras joyas de gran peso literario.
El escritor nació en Tuxtla Gutiérrez. De ahí partió a la Ciudad de México para estudiar Medicina. Después se dio cuenta que su pasión era la Literatura; carrera que estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
A lo largo de su vida acumuló varios premios entre los que se encuentran: Premio Xavier Villarrutia, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüistica y Literatura, Presea de la Ciudad de México, por sólo mencionar algunos.
Fue reconocido por críticos literarios y escritores. Pero sobretodo, fue muy querido por sus lectores.
El 18 de Marzo de 1975 falleció y con motivo de su aniversario luctuoso, escogimos algunos fragmentos de la obra de este maestro de la palabra:
1. Morir es retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, estarse quieto, pasar el aire de una orilla a nada y estar en todas partes en secreto
2. “Cuando estés triste ponte a cantar.
Cuando estés alegre, a llorar.
Cuando estés vacío, de verdad vacío,
ponte a mirar.”
3. “Me da igual.
Que estés presente o ausente.
No te necesito.
Sólo te amo.”
4. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable.
5. ¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...
6. A veces te aborrezco tanto, casi tanto como te quiero.
7. Alguien me habló todos los días de mi vida al oído, despacio, lentamente Me dijo: vive, vive, vive!
Era la muerte
8. Tú sabes como te digo que te quiero cuando digo: “qué calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se hizo de noche”…
9. Si no se escribe de la vida, ¿de qué se puede escribir entonces? Hablar de las cosas que tocamos y que nos rodean. Yo, por eso, hablo de mi cuarto, de mi cama, de mis zapatos, de mi cigarro.
10. Y todo lo que decimos no es sino una minúscula parte, inexpresiva, de lo que no decimos. Y todo lo que queremos, es inalcanzable. Y todo lo que anhelamos es imposible.
11. Al mediodía, y aquí en la oficina, no puede uno ponerse a tono con el recuerdo. El amor, el escribir el amor, necesita soledad y silencio y reposo...
12. Porque eres distinta a todas las mujeres, en tu cuerpo, en tu andar, en lo que eres para mis ojos, en lo que sugieres a mi corazón.
13. No hay que llorar la muerte, es mejor celebrar la vida.