Las preocupaciones viales, los problemas en el Metro y la violencia en el país quedan atrás para los mexicanos, quienes, de acuerdo con un estudio mundial, están entre los 10 países más felices del mundo.
Así es, hoy se celebra el Día Mundial de la Felicidad, y la consultora Gallup, el Centro de Investigación sobre el Bienestar de la Universidad de Oxford, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Consejo Editorial del Informe han dado a conocer su análisis, cuyo liderazgo recae en Finlandia, que continúa siendo el país más feliz del mundo, y nadie lo puede negar.
Después de los finlandeses, se encuentran Dinamarca (2), Islandia (3) y Suecia (4), que mantienen sus posiciones en lo más alto del listado. Mientras tanto, en la última posición, Afganistán (147) repite con altos niveles de infelicidad, especialmente entre su población femenina.
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Una de las conclusiones del estudio es que, aunque los actos de generosidad aumentaron durante la pandemia de COVID-19, estos han perdido fuerza, lo que, según los expertos, afecta al bienestar global, ya que tales actos son motores de la felicidad colectiva.
"Ser amable y esperar la amabilidad de los demás son factores que pronostican la felicidad con más fuerza que evitar eventos negativos importantes, como la delincuencia o las dificultades económicas", señala el documento.
En cuanto a la premisa de si alguien devolvería una cartera perdida o si cree que se la devolverían, se detectó que las personas son "demasiado pesimistas" en comparación con la realidad: "Los índices reales de devolución de carteras son aproximadamente el doble de lo que la gente espera", concluye el informe.
La edición de este año no solo se centró en la tradicional lista, sino también en el impacto de los cuidados y el compartir la felicidad con los demás.
Los nórdicos son los más felices y los que más amabilidad esperan del resto. Mientras que en la edición anterior, ningún país latinoamericano logró estar entre los mejores puestos, en esta ocasión Costa Rica (6) y México (10) lo hacen por primera vez.
Desde una perspectiva regional, les siguen Belice (25), Uruguay (28), Brasil (36), El Salvador (37), Panamá (41), Argentina (42), Guatemala (44), Chile (45), Nicaragua (47), Paraguay (54), Colombia (61), Ecuador (62), Honduras (63) y Perú (65).
Venezuela baja del puesto 79 al 82 y sigue siendo el país de América Latina con la peor posición.
Por otro lado, Estados Unidos registra su peor marca en la lista, cayendo hasta el puesto 24, después de haber ocupado el puesto 11 en la edición de 2011.
Entre otras cosas, el informe destaca que el porcentaje de personas que comen solas en EE. UU. ha crecido un 53 % en las últimas dos décadas. Este dato es relevante, ya que refleja un individualismo contrario a la tesis de que compartir contribuye a la felicidad.
Algunos países europeos, como Lituania (16) y Eslovenia (19), han registrado aumentos importantes. De hecho, los países que más puntos han ganado en el último recuento están principalmente en Europa Central y del Este: Serbia (31), Rumanía (35), Letonia (51), Bulgaria (85) y Georgia (91).
Los Países Bajos suben al quinto puesto, y junto a Noruega (7) y Luxemburgo (9), completan el grupo de países europeos en el Top 10.
Sin embargo, otros países del continente europeo han registrado peores resultados. España se mantiene en el puesto 38 y continúa con la tendencia a la baja que viene arrastrando desde 2021, cuando ocupó el puesto 24.
Alemania, que el año pasado descendió hasta el puesto 24, recupera dos posiciones, seguida por Reino Unido (23), Polonia (26), Francia (33), Italia (40), Malta (48) y Portugal (60).
Rusia, en guerra desde 2022 con Ucrania, pasa del puesto 72 al 66, mientras que Ucrania baja seis posiciones (11). Israel, que sigue bombardeando Gaza tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, baja tres posiciones hasta la octava plaza, y Palestina pasa del puesto 103 al 108.
Estas clasificaciones se basan en un promedio de tres años de evaluación de la calidad de vida, tomando en cuenta factores como el PIB, la esperanza de vida, la sensación de libertad, la percepción de la corrupción y la disponibilidad de alguien con quien contar.