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Un equipo de científicos de Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) presentó un método innovador para la administración de medicamentos que podría transformar el tratamiento de condiciones como el VIH, la tuberculosis y los métodos anticonceptivos.
El nuevo sistema, denominado SLIM (Microcrristales Inyectables Autoacumulables de Larga Duración), permite liberar medicamentos en el cuerpo durante periodos extensos con menor uso de polímeros y mediante inyecciones con agujas más delgadas.
La técnica consiste en convertir medicamentos en microcristales que se suspenden en un solvente especial llamado benzyl benzoate. Al inyectarse bajo la piel, estos cristales forman un depósito que libera el medicamento de manera controlada durante periodos que van de seis meses hasta dos años.
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Los investigadores realizaron pruebas en ratas durante 97 días, donde comprobaron que más del 85% del medicamento permanecía intacto en el depósito subcutáneo.
Para este estudio, los científicos utilizaron levonorgestrel, un compuesto anticonceptivo con moléculas hidrofóbicas capaces de formar cristales. El solvente empleado tiene la característica de mezclarse con extrema lentitud con los fluidos corporales, lo que permite la acumulación de los microcristales.
El desarrollo representa un avance significativo para pacientes con acceso limitado a servicios médicos, como ocurre en las zonas más marginas de México, ya que permite mantener tratamientos durante periodos prolongados con una sola intervención. Además, reduce de manera sustancial la necesidad de inyecciones frecuentes y utiliza agujas de menor calibre.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Nature Chemical Engineering. El siguiente paso para el equipo científico será realizar estudios preclínicos para evaluar la viabilidad del método en seres humanos.
NUEVOS TRATAMIENTOS
El potencial de esta tecnología se extiende más allá de los tratamientos actuales. Los investigadores consideran que podría aplicarse en el manejo de enfermedades infecciosas, tratamientos hormonales y posiblemente en el control de otras condiciones médicas.
La investigación marca un punto de inflexión en la administración farmacológica, ofreciendo una alternativa que podría mejorar la experiencia de pacientes y facilitar el acceso a tratamientos médicos en comunidades con recursos limitados.
