Metrobús la mata y alteran el caso
El dictamen sobre su accidente se alteró cuando su familia emprendió los trámites para cobrar un seguro de vida que Ti Kip había dejado
El 9 de enero de 2014, Ti Kip Fernández Vilchis salió de su oficina y fue arrollada por el Metrobús, una hora después fue declarada muerta en el hospital de Xoco.
Además de asimilar su pérdida, su familia ha tenido que enfrentar una batalla legal desde hace más de un año, luego de que los dictámenes periciales sobre su percance fueron alterados por autoridades.
Los trámites para que el cuerpo de Ti Kip se entregara fueron rápidos. La licenciada en Historia, que estaba por cumplir 32 años, fue cremada después de que peritos del Servicio Médico Forense entregaron sus restos sin reportar hallazgo alguno.
Sin embargo, el dictamen sobre su accidente se alteró cuando su familia emprendió los trámites para cobrar un seguro de vida que Ti Kip había dejado.
Al solicitar la documentación en una Coordinación Territorial de Álvaro Obregón, los peritajes se modificaron para señalar que Ti Kip había consumido alcohol y que tenía una intoxicación etílica en la sangre. La conclusión se obtuvo con base en una supuesta prueba de su hígado que se obtuvo sin que su familia tuviera conocimiento de ello.
Dicha prueba se practicó a finales de enero del año pasado, tres semanas después del percance que provocó la muerte de la joven, quien se preparaba para partir a Suecia, donde había obtenido una beca para estudiar un posgrado.
TARDÍA. Para justificar estos resultados, las autoridades tomaron como evidencia una muestra de sangre que fue recolectada del lugar del accidente 32 horas después.
Los dictámenes también se sustentaron en un trozo de tela de menos de tres centímetros cuadrados que supuestamente fue tomado del carril del Metrobús, donde el tránsito continuó de manera normal durante más de un día antes de que se tomara la muestra.
Además de esto, la escena del accidente fue contaminada con arena, que se colocó después de que Ti Kip fuera atropellada por la unidad 59, que pertenece a la empresa Corredor Insurgentes, (CISA), la primera concesionaria que tuvo el sistema en 2005.
Imágenes captadas tras el accidente, muestran el impacto en el autobús que arrolló a Ti Kip, su sangre en el carril y la arena que se arrojó para cubrirla.
Los peritos que participaron en el caso tampoco entregaron las muestras recopiladas de inmediato. La sangre que supuestamente correspondía a la joven fallecida fue recolectada un viernes por la noche y reportada hasta el día siguiente para las pruebas correspondientes.
EXIGEN PRUEBAS. La madre de Ti Kip exige que se realicen pruebas genéticas para demostrar que las autoridades alteraron el dictamen sobre el accidente y sobre la supuesta intoxicación etílica.
Luz del Carmen Vilchis detalló que su hija no acostumbraba consumir alcohol debido a que padeció hepatitis.
El conductor del Metrobús que atropelló a Ti Kip ha cambiado su testimonio en varias ocasiones. Primero declaró que nunca vio a la joven antes de arrollarla, pero después afirmó que alcanzó a divisar que la víctima corría hacia el autobús y que no alcanzó a frenar, aunque dijo circular a una velocidad de 30 kilómetros por hora.
Su versión fue apoyada con el testimonio de una pasajera que rindió su declaración en mayo, cuatro meses después de que ocurrió el accidente.
EVIDENCIAS PERDIDAS. Aunque el percance fue captado por las cámaras de videovigilancia del sistema Ciudad Segura, la Procuraduría capitalina reportó que las imágenes se perdieron.
Los videos fueron entregados en una memoria USB que contenía los archivos en los que se podía apreciar a Ti Kip tras ser atropellada sobre el carril confinado. A pesar de todas estas inconsistencias, el caso fue enviado a reserva.