¿Ovnis y tecnología secreta? Lo que el Gobierno de EE. UU. Oculta en el Área 51

Hace unas semanas, tuve la oportunidad de visitar el Área 51. Estuvimos allí por cinco minutos, hasta que una patrulla proveniente del interior de la base llegó a toda velocidad. 

Nos pidieron los datos del guía y de la empresa local que nos había trasladado. Después, solicitaron que abandonáramos de inmediato los alrededores de la base. 

Ese día descubrí que el misterio del Área 51 es real y que sigue vivo, a pesar de que muchos piensen que no hay nada que ocultar.

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Colindando al norte con la ciudad de Las Vegas y al sur con el Lago Groom, esta enorme base tendría más de diez mil kilómetros cuadrados y 42 niveles subterráneos, donde se habrían desarrollado todo tipo de tecnologías militares, especialmente relacionadas con prototipos de aeronaves. Se considera la base militar más segura y protegida del planeta. 

El lugar no aparece en los mapas ni en imágenes satelitales, y sus entradas están fuertemente resguardadas, tanto por personal militar como por empresas de seguridad privada. Hay accesos al área que no están visiblemente señalizados, lo que puede llevar a la detención de visitantes no deseados o incluso a situaciones más graves, como disparos.

La existencia del Área 51 permaneció en completo secreto hasta finales de los años 80, y el gobierno de los Estados Unidos solo reconoció oficialmente la base en tiempos recientes, concretamente en el año 2013. 

Fue en agosto de ese año cuando la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) confirmó por primera vez la existencia del Área 51 como una base militar secreta en el desierto de Nevada. 

Este reconocimiento se dio a través de la desclasificación de documentos oficiales, que aseguraban que, durante la Guerra Fría, esta base fue escenario de pruebas y fabricación de los aviones espía U-2.

A partir de la puesta en marcha de la base, el número de avistamientos de ovnis en la zona de Nevada se ha multiplicado. Tanto es así que, debido a los numerosos avistamientos en este enclave, en 1996 el gobierno de Nevada decidió bautizar la carretera 375 como la Carretera Extraterrestre.

Foto: (Especial)

El misterio del Área 51 se popularizó en 1989 gracias a Bob Lazar, un joven que trabajó con Edward Teller, padre de la bomba termonuclear, y que aseguró haber trabajado en este espacio militar secreto. Según Lazar, su labor se centró en estudiar el sistema de propulsión de objetos voladores no identificados custodiados por el gobierno de EU. 

Lo más impactante de su testimonio fue que afirmó haber visto a una especie humanoide en el interior de la base.

Hasta la fecha, Bob Lazar mantiene su versión, aunque sus títulos académicos y profesionales han desaparecido. 

De los polígrafos realizados a Lazar, dos indicaron que decía la verdad y dos arrojaron resultados inconclusos. Ninguno lo señaló como falso. 

Hasta el día de hoy, el misterio continúa, al igual que la desinformación y el ridículo hacia estos temas, como un intento de ocultar la verdad a plena vista.