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La defensa de Patterson accedió a la petición de la policía de aplazar 20 semanas el juicio para analizar el material informático requisado en casa de la mujer. Estará hasta entonces en prisión preventiva.
Las autoridades policiales también registraron la vivienda de la acusada con perros especializados en detectar aparatos electrónicos como parte de las investigaciones en torno a este caso que ha recibido una fuerte cobertura mediática internacional.
Los trágicos sucesos se produjeron en la localidad rural de Leongatha, a 135 kilómetros al sureste de Melbourne, después de que Erin Patterson sirviera en julio pasado un plato de carne Wellington elaborado con setas a sus exsuegros Gail y Don Patterson, así como a Heather y el pastor Ian Wilkinson, hermana y cuñado de Gail, respectivamente.
Los cuatro comensales se sintieron gravemente enfermos y al día siguiente fueron ingresados en un hospital, donde tres de ellos murieron entre el 4 y el 5 de agosto.
Al momento del deceso, Gail y Don Patterson tenían 70 años, mientras que Heather Wilkinson, 66. Por su parte, el pastor, de 69 años, fue dado de alta el pasado 23 de septiembre. Los informes de toxicología sugieren que las víctimas fueron intoxicadas tras consumir hongos mortíferos.
Las autoridades australianas igualmente han acusado a Patterson de otros cuatro intentos de asesinato a su exmarido, relacionados con "incidentes separados (ocurridos) en Victoria desde el 2021"; el último intento habría sido en esa misma comida, pero su expareja sentimental se ausentó.
En agosto, la mujer explicó a la policía que compró los hongos frescos y deshidratados que utilizó en la elaboración del supuesto plato tóxico en un supermercado y una tienda asiática.
La mujer, que sostiene que es inocente, también expresó a la prensa su pesar por la muerte de las tres personas que supuestamente ingirieron las setas venenosas, cuya apariencia es similar a los hongos comestibles.
La oronja mortal, cuyas toxinas afectan los riñones y el hígado, es uno de los hongos más venenosos del mundo, responsable de la mayoría de muertes por ingesta de éstos.