Más Información
El general salió y se retiró junto con los tanques, no sin antes advertir que establecería un nuevo gabinete, que sacaría de prisión a “presos políticos” como la exmandataria Jeanine Áñez y que, “por ahora”, seguía reconociendo a Arce como presidente.
Zúñiga, el general conocido por sus enfrentamientos con Morales y su rechazo a la posibilidad de que éste vuelva al poder en las elecciones de 2025, aseguró que el objetivo militar era “reestructurar la democracia”.
Adentro, Arce anunciaba en vivo la destitución de la cúpula de las Fuerzas Armadas y tomaba juramento a nuevos comandantes.
![luis-arce.png](https://www.elgrafico.mx/resizer/v2/HC7PFLI4YRA4HEE76TIND2IHFY.png?auth=8b626d74d07fc1ffd07ba99e2db72afe53e51fcfe7e483e50935f73234e43c7f&smart=true&height=620)
Foto: (X)
Tras la retirada de tanques y cuando nadie sabía qué seguiría, o a dónde había partido Zúñiga, el presidente salía a declararse victorioso.
Poco después, se anunciaba la detención de Zúñiga, quien aseguró que el golpe de Estado fue planeado por el mandatario para levantar su popularidad, y todos los militares que participaron en la movilización “irregular” fuertemente armados, ingresaron “por la fuerza” a la sede del gobierno.
Mandatarios de toda América manifestaron su rápido rechazo al intento de “golpe de Estado” en Bolivia, entre ellos el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.