Costra alarma
Bronceados le perforan el rostro a mujer, en Estados Unidos
La mujer desarrolló una fuerte obsesión por lucir una piel tostada, y durante cuatro años se metió en camas bronceadoras todos los días
(Foto: Archivo El Gráfico)
CHICAGO.– Carrie Doles, es una joven madre de 34 años que vive con las secuelas que le ocasionaron las sesiones diaras de bronceado a las que se sometía desde que tenía 18 años.
La mujer desarrolló una fuerte obsesión por lucir una piel tostada, y durante cuatro años se metió en camas bronceadoras todos los días. Además, nunca protegía su piel con cremas ni bloqueador solar por lo que esto le provocó cáncer en el piel.
FATAL DIAGNÓSTICO. Unos días antes de casarse Carrie notó una costra pequeña a un costado del rostro, y acudió a un dermatólogo que le diagnosticó cáncer de piel al realizarle una biopsia.
Después de la boda, la señora Doles, se sometió a un procedimiento para eliminar el cáncer de su piel.
La adormecieron y comenzaron a cortar su cara a la altura de la sien izquierda, pero no fue hasta el sexto corte donde finalmente encontraron el borde que separaba las células cancerosas de las sanas.
Al término de la operación tenía un gran agujero en la cara que fue reconstruido un día después por un cirujano. Aunque la cicatriz ha cerrado por completo, Carrie tiene leve parálisis facial por la afectación de los nervios además de padecer fuertes dolores de cabeza.