¿Te sientes único y diferente? La ciencia revela que hay otro igualito a ti en alguna parte

Allá afuera hay otro como nosotros, o por lo menos alguien que es muy parecido, sin ser nuestro hermana o hermano, que podría sepultar aquella versión de que somos “únicos e irrepetibles”.

Esta idea es el pretexto que desde 1999 impulsa el trabajo del fotógrafos canadiense François Brunelle. En su proyecto ‘I’m not a look-alike!’ (‘¡No me parezco’!, en inglés) ha coleccionado retratos de cientos de parecidos sin relación familiar. Ha sido muy popular en Internet e inspiración incluso para científicos que estudian las relaciones genéticas.

Uno de ellos es el doctor Manel Esteller, investigador en Barcelona, cuyo equipo reclutó a 32 pares de personas fotografiadas por Brunelle para realizarles pruebas de ADN y hacerles preguntas sobre sus estilos de vida.

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El equipo de Esteller se apoyó en un software de reconocimiento facial para cuantificar las similitudes entre los rostros de los participantes. La mitad de los pares lograron puntajes generales similares a los de los gemelos idénticos analizados por el mismo software. Luego, los investigadores compararon el ADN de estos 16 pares de ‘idénticos’ para ver si su ADN era tan similar como sus rostros.

Descubrieron que los 16 pares que eran “similares” compartían significativamente más genes que los otros 16 pares.

“Estas personas realmente se parecen porque comparten partes importantes del genoma o la secuencia de ADN”, dijo el doctor Esteller al New York Times. “Además que descubrimos que sus apariencias son más atribuibles a genes compartidos que a experiencias de vida compartidas”.

Brunelle ha viajado por los cinco continentes para fotografiar a pares casi idénticos. En su sitio de Internet se pueden admirar algunos de los 250 pares que ha fotografiado desde 1999, y desde ahí se puede acceder a sus perfiles en redes sociales.

(Fotos: Redes Sociales)