Más Información
Para los niños de 3 a 6 años, se puede explicar que la muerte es como irse a dormir. Para los niños de 6 a 10 años, como un proceso irreversible del que la persona no volverá.
Las preguntas que del niño o niña que tenga acerca de la muerte deben ser respondidas, todas, y evitar utilizar eufemismos para explicar lo ocurrido.
Al hablar de la muerte con los más pequeños es clave evitar frases que puedan generarles confusión o miedo en ellos, así como aquellas que, con el afán de consolar, prometen algo que no se puede cumplir, detalla la especialista.
Algunas de las frases que se deben evitar son:
- "Se ha ido a cuidar a otros niños"
- "Te estará mirando desde el cielo"
- "No te preocupes, yo estaré siempre contigo"
- "Todos nos vamos a morir"
- "Se fue a otro lugar"
La claridad y sinceridad son elementos insustituibles en ese diálogo con los pequeños. Utilizar lenguaje claro también.
Algunas frases que se pueden utilizar son: "La persona ha muerto, eso significa que su cuerpo ya no funciona y no puede volver a la vida”. "La muerte es como un sueño profundo del que no se despierta”. "La persona ya no siente dolor ni sufre”; y "La persona siempre vivirá en nuestros recuerdos y en nuestro corazón".
Es importante mantener un ambiente de tranquilidad y las rutinas del niño. Cuentos como "La caricia de la mariposa”, de Christian Voltz, y "¿Qué viene después del mil?”, de Anette Bley, pueden ayudar a los pequeños y sus familiares a entender el momento de la muerte.