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En colaboración con otro ingeniero, Robert Lukoszko, preparó el dron para que use su capacidad de detección de objetos con el objetivo de encontrar a personas y volar hacia ellas; funcionaría como un dron asesino.
Además, introdujeron en la aeronave no tripulada una función para el reconocimiento facial de la persona objetivo, que puede operar a una distancia de hasta 10 metros.
Acecha. El ingeniero no sólo ideó un dron capaz de perseguir y asesinar a una persona cuyo rostro memoriza previamente, sino que —en paralelo— también propuso desarrollar un sistema para neutralizarlo.
Si bien Wenus se describió a sí mismo como un “absolutista del código abierto”, es decir, que puede compartir el software del dron, en este caso decidió no hacerlo.
“Necesitamos construir sistemas antidrones para espacios civiles lo antes posible. Normalmente soy un absolutista del código abierto, pero no lo publicaré por ahora; sinceramente, es muy fácil de codificar, pero no tiene sentido habilitarlo”, afirmó.
El tuit llamó la atención de Elon Musk, quien estuvo de acuerdo en que crear un dron asesino podría ser sencillo y respondió: “Es alarmantemente fácil”.