El misterio de si las ideas son nuestras o nos las dicen las hijas de los Dioses

Según la mitología griega, las musas son divinidades que inspiran a los artistas. Son hijas de Zeus y descienden a la Tierra para susurrar ideas grandiosas a los seres humanos que las invocan. 

Desde tiempos inmemoriales, uno de los temas más misteriosos, tanto en la creación artística como en el emprendimiento en general, es cuestionarse si realmente los proyectos y creaciones que nacen en nuestro pensamiento provienen originalmente de nosotros mismos o si, más bien, son impulsados por estas entidades invisibles que los colocan en nuestra mente y corazón para que puedan hacerse realidad.

No hay una respuesta única a este interrogante. Todas las opiniones son válidas, pero reflexioné sobre este misterio el pasado miércoles, cuando fui invitado a dar una charla a los alumnos de la carrera de Comunicación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Bajo el título "Charla TxP: ¡Como te ves, me vi!", regresé al campus en el que estudié para hablarles a los más jóvenes sobre mi trayectoria periodística.

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Les conté sobre las burlas que recibía cuando, siendo universitario, mostraba mi interés en temas relacionados con el fenómeno OVNI, lo paranormal y el contacto extraterrestre. 

También les compartí cómo decidí seguir adelante a pesar de las críticas. Quién sabe si las musas estaban detrás de mi negativa a abandonar estos temas filosóficos y trascendentales, pero lo cierto es que creí en mi proyecto y me marque objetivos, que poco a poco fui alcanzando, con el tiempo se convirtió en una pasión que lo compaginé tanto con mis estudios como con las prácticas, los cursos e investigaciones que pude desarrollar.

Cada uno de estos pasos estuvo enfocado en un solo y claro objetivo: dedicar mi vida a contarles a las personas los casos inexplicables, las noticias que pasan desapercibidas, pero que considero importantes, de esas otras realidades, porque nos hablan de todo aquello que desconocemos de nuestro mundo y que aún tenemos pendiente explicar. Mientras hablaba, observaba a esos jóvenes desde el escenario del auditorio 1, Gerardo Lizarrituri Olagüe, y podía notar en sus rostros cómo encontraban una luz y un principio para dar rienda suelta a su imaginación, hacer todo lo necesario y llegar a sus objetivos. 

Foto: (Especial)

Les confirmé que la ventaja de nuestros días es que todos tenemos acceso a un teléfono móvil y, desde ahí, al poderoso micrófono y cámara, y por ende, a la gran exposición que representan hoy en día las redes sociales.

Antes de ser columnista en el periódico EL GRÁFICO y de llegar a tantas personas a través de la columna "Enigmas", tuve que dar muchos pasos para que mis reportes, mis entrevistas y mis investigaciones fueran leídas y escuchadas. Las redes sociales han sido fundamentales y nos ofrecen la oportunidad a cualquiera que tenga un sueño, inspirado o no por las musas, de trabajar en su proyecto y darlo a conocer al mundo.

Desde aquí, doy las gracias al Programa de Apoyo a Proyectos para Innovar y Mejorar la Educación (PAPIME) y a esta serie de conferencias denominada "Tutorías por Pares en la Licenciatura en Comunicación", a cargo de la doctora Susana García Ávila y el maestro Gerardo García y García Piña, por permitirme ser una musa para estos jóvenes alumnos. 

Creo que, a pesar de todo lo negativo que pueda tener nuestra sociedad, la magia sigue viva para quien pueda verla, y los sueños, sí se persiguen, tienen muchas probabilidades de hacerse realidad. ¿Están dispuestos a intentarlo?