Día de la pasta, te revelamos el secreto para que te engorde menos

Sí, ya casi todo tiene su “día internacional”, pero cada 25 de octubre sí tenemos un buen pretexto para festejar a una flaquita sabrosa que es imposible de rechazar: la pasta.

Fuente de mucha (tal vez demasiada) energía, la pasta puede comerse en más de 60 variedades en todo el mundo. El espagueti es la ganadora sobre la faz de la Tierra.

En 1998 se celebró en Nápoles, Italia, el primer Día Mundial de la Pasta. Un día dedicado a este alimento para celebrar su historia y su liderazgo como el producto que lidera el mercado mundial de alimentos.

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Desde entonces, la percepción de la pasta y los carbohidratos ha cambiado. Aunque su consumo no baja, hay una visión que demoniza a este manjar.

¿Pero existe una forma de comer sanamente la pasta? Por supuesto.

Cocinarla ‘al dente’ es una de las claves para evitar que engorde demás tu pasta. ‘Al dente’ implica que tu pasta este suave y cocida, pero resistente ante la mordida. Este término es fundamental para evitar los efectos nocivos de los carbohidratos: elevar excesivamente el azúcar de nuestra sangre y favorecer subir de peso. Si la pasta queda demasiado cocida, el índice glucémico aumenta y la glucosa llega mucho más rápido a la sangre.

La receta tradicional italiana de pasta pide utilizar 1 litro de agua para cocinar 100 gramos de pasta y utilizar 7 gramos de sal. Ni más, ni menos.

La sal debe ponerse en el agua cuando empieza a hervir. Ya con el hervor a todo lo que da, es momento de incluir la pasta.

¿Cuánto tiempo es necesario? Lo mejor es revisar el empaque de tu marca predilecta, pero hay un estándar de cocción que puede darte una idea:

Espagueti-8 minutos, macarrones-9 minutos, penne rigate-11 minutos, tortiglioni-12 minutos, fusilli-11 minutos, farfalle-10 minutos

Los cocineros de pasta más avezados ya saben que si al partir una pasta por la mitad, el centro tiene otro color y se siente un poco dura por fuera ya está lista para comer.

¿Cómo debe comerse? Los italianos están convencidos que “menos es más”: una buena pasta natural o integral, cocida ‘al dente’, con una verdura, una salsa ligera o un buen aceite, es más que suficiente. Una proteína animal es opcional.

Estos 100 gramos de pasta contienen no más 75 gramos de hidratos de carbono, que proporcionan unas 300 calorías, el equivalente al 15 % de las necesidades de una persona que desarrolla una actividad normal con algo de ejercicio físico.

Según datos de la Organización Mundial de la Pasta (IPO por sus siglas en inglés), en 2021 se produjeron 16.9 millones de toneladas de pasta en el mundo. En la Unión Europea se produce la mayor parte de ella, 32.8%, seguida del resto de países europeos (17.9%) y Centro y Sudamérica (17.7%).

Como era de esperarse, Italia es el país que más pasta consume con 23.5 kilos ‘per capita’ al año. En América, la nación que más pasta consume no es Estados Unidos ni Argentina, sino Venezuela, con 15 kilos “por boca” anualmente.