El enigmático sitio en Jalisco donde el cuerpo experimenta sucesos extraños

Recientemente, en diversas partes de México se han detectado fenómenos donde, aparentemente, se observan extrañas siluetas o luces que parecen salir o entrar. El más conocido de estos fenómenos ocurre en el volcán Popocatépetl y en algunos estacionamientos del Estado de México. 

Los eventos son captados por cámaras de seguridad que muestran seres saliendo de una puerta luminosa que aparece de la nada. 

Al investigar nos damos cuenta de que estos lugares son escenarios constantes de fenómenos paranormales, que van desde cambios en la posición de los autos estacionados hasta ruidos que indican la presencia de más personas en el sitio.

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Otro caso se encuentra en el municipio de Poncitlán, Jalisco, y es conocido como Foco Tonal. En este lugar, en el suelo, hay un triángulo marcado con cinta negra en medio de un gran círculo formado por una pequeña barda que no supera los 50 centímetros de altura. 

Este triángulo es el punto de referencia donde las personas deben pararse para experimentar un extraño fenómeno acústico al hablar. 

(Foto: Especiales)

Se siente como si estuviéramos en una cueva, y al colocar las palmas de las manos en el suelo, se percibe un misterioso calor que recorre los brazos. Además, en los pies se experimenta un hormigueo, especialmente si se está descalzo. Algunos, incluso, afirman que este hormigueo se concentra más en las áreas donde tienen problemas de salud. La gente dice que ha experimentado mejoras en su salud al permanecer unos minutos en este lugar. 

Lo que más me llamó la atención cuando visité el lugar es que está al aire libre, por lo que se escuchan ecos y ruidos de aves y personas, pero estos ecos sólo se producen en un radio de 60 centímetros, como si surgieran de un tubo en el suelo. 

Los lugareños me explicaron que este “tubo energético” se eleva a más de 4 metros. Les pedí que me lo demostraran, así que trajeron una escalera, subí y confirmé que este fenómeno seguía ocurriendo a 4 metros de altura; no podía creerlo. Este fenómeno se presenta independientemente de las condiciones climáticas, ya sea lluvia, viento, sol, noche u otras circunstancias.

(Foto: Especiales)

En 1995, Manuel Domínguez descubrió este lugar y comenzó a difundirlo. El canal de televisión Infinito publicó reportajes sobre este sitio mágico, que se dice está custodiado por el maestro ascendido Saint Germain. Sin embargo, pasaron tres años antes de que investigadores de ovnis y contactados con extraterrestres comenzaran a llegar, debido a la gran cantidad de testimonios que afirmaban que ocurrían fenómenos sin una explicación satisfactoria.

Los primeros resultados de estas investigaciones confirmaron que se trataba de un portal energético donde seres, según ellos, llegaban a nuestro mundo desde la galaxia Andrómeda, que se encuentra a 2.5 millones de años luz de la Tierra y que utilizaban a Foco Tonal como una puerta de entrada y salida a nuestro mundo.

Detrás de los ovnis de México

En la actualidad, existe un gran interés en el tema de los ovnis y en la desclasificación de documentos, principalmente procedentes de Estados Unidos. Además, se han llevado a cabo audiencias públicas ante legisladores tanto en la Unión Americana como en México. 

Hace unos días, en el evento Coffe Uap, organizado por Marciano Dovalina, se reconoció al investigador Alfonso Salazar por sus 50 años de dedicación al estudio, análisis y divulgación de los encuentros de ovnis con aviones, así como por dar a conocer documentos desclasificados por las autoridades del vecino país del norte.

En entrevista, Salazar confirmó que a los estadounidenses siempre les ha interesado profundamente lo que ocurre en el cielo de México. “Trabajaban de manera encubierta en territorio mexicano para recopilar información sobre los platillos voladores. En 1949, la información era escasa, pero tenían un gran interés en el vuelo de estos ovnis”. 

El especialista nos informó que ya tenía conocimiento de que “en la década de los 50, militares mexicanos habían sido enviados a Estados Unidos para recibir cursos sobre cómo abordar el tema de los platillos voladores, es decir, para saber cómo detectarlos, darles seguimiento y posiblemente recuperarlos”.

En este mismo contexto, en mayo de 1968, el presidente estadounidense, Lyndon B. Johnson, solicitó a sus agregados militares y a los países aliados que proporcionaran información sobre avistamientos y encuentros con objetos no identificados, ya que estaban realizando un estudio sobre este tema. Todo se manejó con un alto grado de confidencialidad y se clasificó como ‘Alto Secreto’. 

Estamos siendo testigos de la desclasificación de documentos oficiales que han visto la luz después de casi medio siglo de su creación.

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