Turquía. Es increíble todo lo que algunas personas hacen con tal de no pagar sus deudas, incluso, han llegado a poner en riesgo sus vidas. 

Tal es el caso que ha causado conmoción en la sociedad turca, pues este jueves a través de la cadena televisiva de aquel país, NTV se dio a conocer un caso sobre una mujer que intento salir corriendo de un hospital privado para evitar pagar una cirugía estética a la que había sido sometida.

Los hechos ocurrieron en el distrito de Fluya, en Estambul, la paciente de nacionalidad extranjera, pero cuya identidad no ha trascendido, se sometió a una operación de cirugía estética en el rostro en un centro hospitalario privado.

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Cabe mencionar que según reportes de autoridades de dicho hospital en el que se llevaron a cabo los hechos mencionaron a medios de comunicación locales que la mujer fue correctamente informada del coste de dicha intervención. 

Después de acordar una cita de operación se llevó a cabo la cirugía. 

La mujer se sometió a la intervención que tuvo lugar con anestesia general, pero poco después de despertarse, aún bajo los efectos del medicamento, abandonó la cama y salió a la calle, vestida con la bata de la operación y la sonda de drenaje puesta. 

Intentó así evitar el pago de la factura de la operación, según asegura NTV.

Tras el inesperado escape, enfermeros y médicos se dieron cuenta instantes después de la fuga de la paciente y la alcanzaron en el exterior, donde se produjo un altercado filmado por transeúntes con el móvil.

La mujer finalmente fue conducida de vuelta al hospital y puesta a disposición de las autoridades.

Foto: (Unsplash)

LA CUNA DE LAS CIRUGÍAS ESTÉTICAS

Es bien sabido que Turquía es uno de los países más populares en el mundo para el turismo médico, con unos ingresos de 2.200 millones de dólares en 2022 y cerca de 3.000 millones en 2023, especialmente en el sector de las operaciones estéticas.

El país goza de buena fama por sus profesionales experimentados y el uso de avanzadas tecnologías a un precio muy competitivo, debido a los sueldos relativamente bajos y la débil moneda nacional.

Sin embargo, también está la otra cara de la moneda, pues con cierta frecuencia hay denuncias en redes sociales de malas prácticas, a menudo en clínicas que operan de forma clandestina con precios aún más bajos, si bien también se han dado en hospitales prestigiosos que, según algunos expertos, cometen descuidos ante la enorme demanda de estos servicios y un volumen cada vez mayor de pacientes.