¡Impactante! Arqueólogos mexicanos revelan tenebrosos sucesos paranormales

Hace tan solo unos días tuvo lugar en la Ciudad de México la presentación del libro "Sombras y Surruros. Más vivencias extrañas y tenebrosas en arqueología". Se trata de la segunda parte de una obra donde, por primera vez, muchos arqueólogos mexicanos y de otros países latinoamericanos como Argentina, confiesan las situaciones paranormales que han tenido que vivir en el transcurso de su trabajo. 

El libro está coordinado por dos reputados arqueólogos mexicanos: Luis Alberto López Wario, arqueólogo e investigador de tiempo completo del Instituto Nacional de Antropología e HIstoria de México desde hace más de cuarenta años. Y Luis Alberto López Martos, arqueólogo, doctor en Antropología e investigador de tiempo completo de la Dirección de Estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. 

Estas dos eminencias de la arqueología mexicana tuvieron, en el año 2020, la valentía de reunir a sus compañeros científicos en una obra en la que narraran sus vivencias paranormales en las zonas arqueológicas, encuentros con lo desconocido que jamás antes habían confesado de forma pública. Y el libro fue un éxito de ventas y se hizo viral como contenido en redes sociales. 

Ahora lo han vuelto a hacer y las confesiones de los arqueólogos son impresionantes. Tenemos, por ejemplo, el caso de Sergio Gómez, quien trabaja en la zona arqueológica de Teotihuacán y confiesa en el libro que, en una ocasión en la que se llevó momentáneamente los restos humanos del sacrificio de un niño a su casa, observó en su sala la figura de un menor de corta estatura y bien vestido, que miraba fijamente al arqueólogo. 

(Fotos: Especiales)

La imagen se desvaneció pasados unos segundos, y él empezó a tener problemas serios de salud, unas migrañas insoportables por las que terminó en el hospital. El problema solo cesó cuando realizaron varias limpias en su casa. 

En el caso de Luis Alberto López Martos, uno de los coordinadores, narra la vivencia que tuvo en un convento de la zona de Valladolid, en Yucatán, cuando al dormir al interior de una celda de este edificio religioso, una fuerza invisible les mecía en las hamacas durante la noche, tensando y aflojando la cuerda, como acunándolos. 

En otro de los relatos, el arqueólogo Luis Alberto Guerrero se atreve a narrar las conexiones espirituales que tiene con la figura de la deidad prehispánica Xipe Tótec, que incluso le protegió durante una balacera, según confiesa. O el caso fascinante de Diego Sberna, arqueólogo que confiesa haber tenido una experiencia astral, volando por el cielo como halcón y observando pinturas rupestres que, con el paso de los años, confirmaría que existen. 

(Fotos: Especiales)

Es una obra fascinante recomendada para todos los amantes de la historia, de la arqueología y del mundo de lo desconocido. Lo único lamentable es que estos valientes profesionales hayan tenido que publicar su libro con una editorial española, Punto Rojo, y que no sea un sello mexicano quien admire y apoye este trabajo tan importante. La obra ya está disponible a la venta para toda la república mexicana.