ENIGMAS
¿Existió Jesús? Expertos reúnen pruebas para descubrir la verdad detrás del enigma
Siempre habrá pruebas a favor y en contra en esta historia de dos mil años
(Foto: Especial)
Aunque millones de personas año tras año conmemoran la muerte y resurrección de Jesucristo, lo cierto es que también hay muchos que siguen dudando de su existencia. Creen que su historia está construida con mitos paganos anteriores y que, en realidad, Jesús de Nazaret no existió. Ante tales afirmaciones, imposibles de digerir por parte de los creyentes, hay investigadores que se han dado a la tarea de reunir las pruebas sobre la existencia de Jesús, y las vamos a enumerar a lo largo de esta columna.
Tenemos que partir de la base de que las principales referencias sobre su vida aparecen en el Nuevo Testamento de la Biblia. Sin embargo, lejos de esta fuente, son pocos los historiadores de la antigüedad que hablan de él, a pesar de la notable influencia que, según los textos bíblicos, tuvo entre muchos de sus contemporáneos.
La primera noticia de Jesús que no tiene que ver con los Evangelios es la obra del historiador judío Flavio Josefo, quien redactó sus textos en el siglo I. "Por este tiempo vivió Jesús, un hombre sabio si es que realmente debemos considerarlo un hombre.
Porque él realizó hazañas sorprendentes y fue maestro de un pueblo que aceptó gozosamente la verdad", en palabras de este historiador. Según estudiosos posteriores, autores cristianos habrían manipulado sus escritos debido al fervor que denotan las palabras de este personaje, y también a causa de que otros autores de la época de Flavio Josefo, que escribieron sobre historia de las religiones, como es el caso de Filón de Alejandría, sorprendentemente no dicen nada sobre Jesús.
Sin embargo, hay otras fuentes, como el escritor romano Tácito, quien confirma que Jesús fue condenado por Poncio Pilato y que la causa de su condena a muerte fue el haberse proclamado Mesías, ya que esto chocaba directamente con el poder de Roma. Además de estas fuentes escritas, los defensores del Jesús histórico también han reunido pruebas arqueológicas que confirman la existencia de otros personajes del Nuevo Testamento e, indirectamente, por tanto, la existencia de Jesús. Por ejemplo, el hallazgo en el teatro romano de Cesarea, hace varias décadas, de una placa conmemorativa en la que aparecía el nombre de un alto cargo de la ciudad: Tiberio Poncio Pilatos, prefecto de Judea.
Otro hallazgo muy interesante se produjo en 1990 en Jerusalén, cuando se descubrió una cueva llena de osarios antiquísimos. Uno de ellos, ricamente ornamentado, tenía grabado el nombre de "José, hijo de Caifás". Según varios científicos, la inscripción haría referencia al sumo sacerdote judío que participó activamente en el juicio de Jesús. También citan los defensores de la historicidad de Jesús otro hallazgo interesante en la localidad de Cafarnaún, una antigua iglesia del siglo V que se asegura estaría levantada sobre la que fuera la casa del apóstol Pedro, el primer Papa de la Iglesia.
Sin duda, siempre habrá pruebas a favor y en contra en esta historia de dos mil años cuyos defensores y detractores al final solo pueden llegar a la conclusión de que se trata, principalmente, de una cuestión de fe.
La familia del Mesías
También se han dado hallazgos arqueológicos en los últimos años que han impactado enormemente a los creyentes de todo el mundo y, en general, a los interesados en los misterios de Cristo.
En 1980, en Jerusalén, se descubrieron unas cajas de piedra, unos osarios, que fueron almacenados en un depósito hasta que un productor de televisión, Chris Mann, los rescató en 1996.
Estas cajas de piedra parecían estar relacionadas entre sí, como si formaran parte de un mismo panteón familiar. Las cajas estaban vacías, ya que según los arqueólogos israelíes, en algún momento del siglo I todas las tumbas de Jerusalén habrían sido saqueadas debido a algún proceso de purificación o medida de protección sanitaria de la población.
Sea como fuere, en estos osarios aparecían nombres tan impactantes como María, José, "Judá hijo de Jesús", "Mateo" y otra "María" que algunos no dudaron en identificar como "María Magdalena".
(Fotos: Especiales)
Sin embargo, a pesar de que los osarios parecían pertenecer al siglo I, no había pruebas de que la inscripción no hubiese sido realizada posteriormente. Este hallazgo causó rechazo entre los creyentes porque afectaba la resurrección de Cristo y la ascensión al Cielo de la Virgen María. La historia, como tantas otras, cayó en el olvido.