¿Por qué la inteligencia artificial tendrá su “toque” mexicano?

La mayor ensambladora de electrónicos de China, Foxconn, ha hecho oficial que será en México donde arme la nueva generación de servidores de inteligencia artificial de Nvidia, el productor líder en el mundo de chips especializados en IA.

(Foto: Especiales)

Foxconn tiene presencia en México desde hace más de 10 años, específicamente en Tijuana y Ciudad Juárez, donde fabrica componentes electrónicos para diversas marcas.

Pero en febrero de este año, la famosa empresa por ser responsable de la manufactura de las 16 generaciones de iPhone adquirió un terreno de 421,600 metros cuadrados en Jalisco para expandir su producción de servidores y superchips de IA de nueva generación en colaboración con su Nvidia.

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La planta se convertirá en la más grande de su tipo en el mundo

El presidente de Foxconn, Liu Young-way, dijo hace unas horas en una conferencia de tecnología en Shangai que las instalaciones que se levantan en México estarán dedicadas, inicialmente en exclusiva, para la producción del más avanzado chip para procesamiento de inteligencia artificial, el GB200 de Nvidia, componente fundamental de su plataforma Blackwell.

La planta de México será “la más grande productora de GB200 del planeta" y ayudará a Foxconn a sortear las barreras arancelarias que impondrá el gobierno de Estados Unidos a los productos fabricados o manufacturados en China, incluidos los autos eléctricos.

Según los números de la empresa china, los servidores de inteligencia artificial se convertirán en 40% de su negocio en los próximos años.

Aunque todavía son incapaces de alburear, los chips que se fabricarán en México representan “un salto cuántico” en la capacidad de procesamiento para tareas de inteligencia artificial. Se trata de un chipset mucho más rápido, capaz de “aprender” velozmente y de realizar tareas más complejas y sofisticadas.

Además, son medioambientalmente más eficientes. Debido a las críticas por el exceso consumo de electricidad para realizar sus procesos “inteligentes”, pero mucho más grande para enfriar los servidores que los realizan, esta nueva generación de procesadores consume mucho menos energía y hasta cierto nivel son capaces de autoenfriarse, por lo que reduce los costos operativos y disminuye el impacto ambiental.

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