¡Ternurita! Conoce a Aston, el toro francés que se cree caballo

En un pueblo del este de Francia, Sabine Rouas sale en la mañana sobre el lomo de Aston, un toro de 1,4 toneladas que pasea apaciblemente. Mientras jinete y toro avanzan, un hombre detiene desconcertado su furgoneta ante la escena que acaba de presenciar, y toma el celular para inmortalizarlos.

 Entonces, Sabine dice entre risas: “Sinceramente, no inventé nada!”. Está acostumbrada a estas reacciones, ya que en cada una de sus salidas, Aston provoca la misma sorpresa.

Tan pronto como asoma el hocico, este singular toro llama la atención en esta región. Y mucho más allá, pues “¡Aston es conocido hasta en Japón!”, cuenta la mujer, gracias a las redes sociales, que administra su marido, Yannick Kirschhoffer.

Lee también: Liberan a automovilista que atropelló y mató a vendedor de tamales en Edomex, pese a prueba en video

Él se encarga de dar el mayor eco posible a las hazañas de Aston, que suma 62 mil suscriptores en TikTok, 90 mil en YouTube y casi el mismo número en Facebook.

La historia que surgió entre Aston, el toro Tiktoker que se cree caballo y Sabine, surgió luego de la partida física del caballo de competición de la francesa.

“Cada jinete tiene en su vida una relación especial con un caballo. Cuando el mío murió, no quería volver a oír hablar de caballos”.

Luego del luto que Sabine vivió, y el que le imposibilitaba la relación con otros equinos. De pronto, algo le llamó la atención, y se trataba de una vaca que sobresalía al resto.

Esto se debía a la inteligencia y destreza de la vaca; así que la granjera se inclinó a una amistad no oficial con la res, que al poco tiempo correspondió respondiendo a saludos y dando la pata.

De este modo, Sabine adoptó en señal de agradecimiento el ternero macho que su particular amiga había parido y al cual llamó Aston, que más adelante será recordado como Aston, el toro Tiktoker que se cree caballo

Esta ex ejecutiva comercial de fuerte carácter se aferra a su idea: al igual que con los gatos que entrena, cree en el vínculo especial que existe entre los humanos y cada animal. Y piensa que entrenar a Aston podría ser una buena idea. Sabine se agarra a este vínculo y... a sus riendas, pues cuando intentaba amansar al novillo, llegó a caerse 38 veces en tres meses.

Frecuentemente digo que, en términos de crianza, se parece mucho a un gato. Tienen un carácter similar".

El éxito de Aston llevó a Sabine a presentarlo en espectáculos ecuestres, para desarrollar la marca "Aston, el toro"