VIVEN ENTRE MUERTOS
Fundan ciudad en el cementerio católico de Manila del Norte, en Filipinas
El tiempo que el panteón ha albergado a miles de personas con pocos recursos ecónomicos son 70 años
(Foto: Archivo El Gráfico)
MANILA.– En el cementerio católico de Manila del Norte, el más grande de la capital de Filipinas, no sólo descansan los muertos, también habitan lo vivos.
Desde hace décadas, el lugar alberga a miles de personas que, al no contar con recursos económicos suficientes, decidieron instalarse alrededor de las tumbas de familiares, amigos y desconocidos. El panteón de Manila del Norte está convertido actualmente en una pequeña ciudad.
VIVIR ENTRE MUERTOS. Ahí se pueden ver calles y caminos pavimentados y de tierra; pequeñas tiendas; canchas de baloncesto, puntos de conexión a Internet; jaulas con pollos; adolescentes bailando con el estéreo a todo volumen; ropa colgada en cuerdas atadas entre un nicho y otro o moto-taxis que circulan a toda velocidad.
Ahí también se ha creado una pequeña economía, pues adultos y jóvenes aprenden, con cincel y martillo, a grabar inscripciones en las lápidas para ofrecer sus servicios; otras personas de todas las edades recolectan la cera derretida sobre las tumbas para crear velas nuevas y venderlas a quienes visitan a sus difuntos.
No hay cifras oficiales del número de personas que viven ahí, pero se estima que alcanzan los 10 mil habitantes.