¿Quién ocupará el trono de Inglaterra? Comienza el proceso de ascensión del nuevo rey

Gran Bretaña está lista para entrar en diez días de luto oficial por la pérdida de la reina Isabel II , quien murió a los 96 años.

A medida que avanzan los preparativos para el funeral, el proceso de ascensión de un nuevo jefe de estado comienza de inmediato. 

El príncipe Carlos , de 73 años, ya es efectivamente rey aunque el protocolo dicta que sea proclamado nuevo monarca al día siguiente de la muerte de la reina. 

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Esto tendrá lugar en una reunión del Consejo de Adhesión, que generalmente se reúne en el Palacio de St. James en Londres. El nombre en clave para la ascensión al trono del rey Carlos es Operación Spring Tide.

Debido a que Su Majestad murió en Escocia en Balmoral en lugar de Londres o Windsor, el plan conocido como Operación Unicornio se está poniendo en marcha.

El protocolo es parte de los planes de larga data con nombre en código Operación Puente de Londres que se tramaron por primera vez en la década de 1960 pero nunca se hicieron públicos oficialmente. 

El Parlamento Escocés será suspendido, y se espera que el cuerpo de Su Majestad sea llevado primero a Edimburgo en el Tren Real para descansar en el Palacio de Holyroodhouse, antes de que su ataúd sea llevado por Royal Mile a la Catedral de St Giles para un servicio de recepción.

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Luego se subirá al Tren Real una vez más y se llevará de regreso al Palacio de Buckingham en Londres.

Se activará otro plan de contingencia, cuyo nombre en código es Operation Overstudy, si el viaje se realizará por aire, probablemente volando el ataúd en un avión del Queen's Flight a RAF Brize Norton o RAF Northholt. 

Ya sea que el ataúd sea transportado por aire o por ferrocarril, será recibido por un comité de recepción del Primer Ministro y miembros de su Gabinete a su llegada a Londres. 

Una vez que el cuerpo de Su Majestad esté de regreso en el Palacio de Buckingham, habrá ocho días más del período oficial de luto que terminará con su funeral en la Abadía de Westminster. 

Ahora se requerirá un nivel extraordinario de acción por parte de todos los brazos del estado británico, incluida una gran operación de seguridad para manejar las multitudes sin precedentes y el caos de viajes que podría hacer que, en palabras de un memorando oficial, Londres incluso podría declararse 'lleno'.