¿Listo para la pachanga navideña? Estos son los 5 mitos sobre la cruda que debes olvidar

¡Ahí viene la cama loca y los lapsus sobre lo que dirás, bien entonado, en la fiesta de esta noche de Navidad.

Mañana será un día difícil de iniciar, pero si tienes en cuenta estos cinco mitos, tal vez podrías abrir los regalos de Santa Claus en mejores condiciones.

La ciencia lo tiene claro: el consumo excesivo de alcohol provoca deshidratación y desequilibra a las citosinas, las proteínas encargadas de la comunicación entre las células de tu cuerpo.

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Y si a esto agregamos que casi ninguna pócima anticruda es de fiar, son casi nulas tus esperanzas en que los plátanos, las aspirinas, la cerveza, el azúcar o el jugo de jitomate te salvarán de la resaca.

MÁS AGUA, MENOS CRUDA

Falso. Por supuesto que si estás deshidratado por el alcohol, el agua ayudará a recuperarte. Sin embargo, ahora sabemos gracias a los médicos que la cruda se da como consecuencia de lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando metabolisamos el alcohol.

Pero siempre es buena idea beber agua. El líquido puro diluye las sustancias que se producen en la fermentación y que agravan los síntomas de la cruda.

UNA CHELITA Y CON ESO

Tristemente, más que ayudar a reducir la cruda, la agrava. Momentáneamente podrías sentir alivio, pero sólo pospones los efectos del etanol en tu cuerpo y la resaca llegará, sí o sí.

UN PARACETAMOL PARA LEVANTAR

Las molestias en la cabeza y el dolor generalizado del cuerpo pueden reducirse por el trabajo del paracetamol, que tiene efectos desinflamatorios. Sin embargo, es un medicamento que ataca al hígado directamente.

Si no aguantas la cabeza, mejor busca un ibuprofeno o una aspirina.

COME ANTES, NO DESPUÉS

Hay una creencia entre la comunidad pedal que comer antes de ir a dormir alcoholizados puede prevenir la cruda. Según los especialistas, esto es falso. Si bien comer es un buen aliado para soportar la resaca, se debe comer antes de beber, en especial si comes algo grasoso.

(Fotos: Especial / Twitter)

NI ES TAN GRAVE

Cada vez sabemos más sobre los daños del alcohol en nuestro cuerpo. Ahora está claro que afecta el sistema nervioso y las células del cerebro, lo que explica los mareos, las nauseas y el dolor de cabeza, te deshidrata durísimo y debilita tu sistema inmunológico.

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