¿OVNIS en el desierto de Chihuahua? Habitantes y testigos describieron cómo son

En toda Latinoamérica se asegura que los militares estadounidenses han intervenido para recuperar material e investigar el fenómeno ovni, sin compartir el resultado de sus investigaciones con los países en los que han ido recabando la información. 

Tenemos el inquietante caso que tuvo lugar en la población de Coyame, en Chihuahua. Los pocos habitantes de esta zona de desierto, el 25 de agosto de 1974 pudieron presenciar el choque entre un ovni y una avioneta tipo Cessna, lo que se ha conocido popularmente como el “Roswell mexicano”. 

Al parecer, desde Estados Unidos habían podido seguir la trayectoria de este objeto, que sobrevoló el estado de Texas y finalmente se estrelló contra una avioneta que había partido de El Paso con destino a la Ciudad de México, precipitándose los restos sobre la localidad mexicana de Coyame.

Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a los investigadores Noé Torres y Rubén Uriarte, quienes han estudiado a fondo el caso.

Fue el 25 de agosto de 1974 cuando se produjo el suceso, tal y como explican los autores del libro ‘El Roswell mexicano: el estrellamiento de Chihuahua’, rompió la calma de la noche, “cuando un objeto volador no identificado que se desplazaba a dos mil millas por hora, chocó con un pequeño aeroplano al sur de El Paso, Texas. Los restos llameantes del avión cayeron al desierto mexicano y se convirtió inmediatamente en el objeto de un esfuerzo intenso de la recuperación por parte de las fuerzas militares de México y de Estados Unidos”. 

Aquella noche, según afirman, dos gobiernos compitieron en Chihuahua por recuperar una tecnología desconocida. Rubén Uriarte y Noé Torres aseguran que la primera pista que les llevó a este caso fue un documento clasificado de Estados Unidos: “teníamos un archivo sobre el estrellamiento de Coyame. Se juntaron un grupo de militares y dejaron una descripción sobre este suceso de 1974. Un ovni chocó con una avioneta”, explican, añadiendo que tienen testigos que pudieron presenciar el evento. Cuando estos autores publicaron su investigación, el caso era prácticamente desconocido en México. Según la investigación de Rubén Uriarte y Noé Torres, el ovni que se estrelló en Coyame era un objeto, un disco pequeño, plateado, de unos 5 metros de diámetro.

“Los militares de México fueron los primeros en llegar al sitio del estrellamiento. Consiguieron recoger el ovni, pero algo causó que todos los soldados fallecieran y no estamos seguros hasta la fecha de qué causó la muerte de estos soldados. Estimamos que fueron 24 hombres los que murieron ahí. Pudo ser algo que se emitió o surgió del ovni, radiación quizá, alguna forma de gas, no sabemos qué”, aseguran los expertos.

Según los documentos a los que han tenido acceso -y que muestran en los tres libros que han publicado en Estados Unidos sobre este incidente-, los satélites de Estados Unidos tomaron fotografías del área de Coyame y fue a través de estas imágenes que descubrieron que los soldados mexicanos habían fallecido. 

Entonces, explican Uriarte y Torres, “fue cuando se dio la señal para que entraran los americanos a recoger el ovni. Ellos creían que lo que sea que hubiera causado la muerte de los soldados suponía un gran peligro para todos los que vivían en esa zona, a los dos lados de la frontera. Según la historia, los norteamericanos detonaron algo explosivo, causando una explosión tremenda, con el objetivo de eliminar el elemento causante de la masacre de los soldados mexicanos”.

Los autores también nos contaron en el transcurso de la entrevista que mantuvimos, que alguien entró a su página web y les puso los nombres y apellidos de los soldados mexicanos fallecidos y sus números de identificación, información que están estudiando con el objetivo de obtener más datos sobre este incidente.

“Los militares que recogieron el ovni, primeramente se reunieron en El Paso, en la base Fort Bliss, ahí fue donde primeramente se juntaron antes de ir a recoger el ovni, según los documentos que encontramos. Los estadounidenses movieron el objeto a una base secreta en Texas. Muchas fuentes de información que encontramos fueron de aquí, de los Estados Unidos.

“Según el reporte, el objeto después de ser recogido fue puesto en una camioneta grande, cubierto con una lona, y por tierra lo llevaron a Atlanta, Georgia, donde estaba una base para estudiar cualquier clase de enfermedades. 

“Ahí estudian cualquier cosa que causa enfermedad, creemos que debido a lo ocurrido con los soldados mexicanos, quizá había algún elemento en los restos del ovni que estaba causando muerte y, por eso, lo llevaron a estas instalaciones en Atlanta. Después, quizá a la famosa Área 51 en Nevada, pero no estamos seguros”.

OVNIS EN EL DESIERTO DE CHIHUAHUA

Al respecto de si tenían o no permiso de México para entrar a su territorio a recuperar el objeto, Uriarte y Torres no conocen el dato, pero aseguran que han investigado muchos casos antes de Coyame donde los mexicanos les dieron permiso a los norteamericanos para recuperar cohetes, aeronaves experimentales o incluso otro tipo de objetos desconocidos, por lo que es probable que también tuvieran permiso para cruzar la frontera y desplazarse unos 50 kilómetros, hacia Coyame, para recuperar el ovni. 

Quienes se preguntan sobre si al interior del objeto se encontró algún tipo de criatura, los expertos señalan que “inicialmente no hubo reportes de cuerpos. Pero fue después, muchos años después, cuando encontramos testigos que hablan de que se encontraron con seres, seres de color gris, en Coyame, en esa época del estrellamiento.

 Hay otros reportes que dicen que sí había extraterrestres en el área, quizá estos mismos seres estaban investigando el estrellamiento, varios testigos dicen que los vieron días después, estaban en el área de Coyame. 

Hablamos con un policía de California, que su familia es de Coyame, y nos dijo que ese año, 1974, visitó a sus familiares en Coyame. De noche, iba caminando por una zona cerca del rancho, iba solo, y de repente se enfrentó con lo que él denominó un monito, como de un metro de altura.

 “En el desierto de Chihuahua han habido muchos casos, es una lista tremenda la que tenemos, no sabemos por qué esta zona, hay algo, hace falta investigación”, concluyen. 
El incidente Coyame sigue siendo prácticamente desconocido para el público en español.