MAKO

Princesa japonesa causa polémica al casarse con su novio plebeyo y renunciar a la realeza

Princesa japonesa causa polémica al casarse con su novio plebeyo y renunciar a la realeza

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Viral 26/10/2021 11:52 Redacción Actualizada 11:52
 

La princesa Mako de Japón ya no pertenece a la familia real nipona luego de que se  casó con Kei Komuro, su novio desde la universidad. De acuerdo con la ley japonesa, los miembros femeninos de la familia imperial pierden su estatus real si se casan con un "plebeyo".

Esta situación ha abierto un gran debate a nivel mundial debido a que esta regla no aplica para los miembros masculinos. Ante esto, Mako rechazó el pago que se le ofrece a las mujeres de la realeza cuando se retiran de la familia siendo la primera princesa en rechazar esa costumbre. 

La ahora exprincesa se comprometió con Komuro en 2017 y los dos planearon casarse el año siguiente pero debido a denuncias por problemas financieros de la familia del novio la unión fu pospuesta.

Previo y durante el enlace matrimonial, medios japoneses e internacionales han dado cobertura al suceso por lo que la pareja emitió unas palabras en conferencia de prensa. Ahí la joven, quien según reportes experimentó cuadro de estrés ofreció disculpara a cualquier persona que se haya ofendido por su decisión.

"Siento mucho la inconveniencia causada y estoy agradecida a aquellos que han continuado apoyándome", declaró.

"Para mí, Kei es irremplazable. El matrimonio fue una opción necesaria para nosotros". 

Por su parte el novio, ante la ola de protestas que surgieron por su matrimonio con la entonces integrante de la corona nipona dijo:

"Amo a Mako. Sólo contamos con una vida y quiero que la pasemos con la persona que amamos", dijo.

Al respecto de la condiciones de salud de su ahora esposa señaló: 

"Me siento muy triste de que Mako haya estado en una mala situación, mental y físicamente, debido a las acusaciones falsas". 

Debido a lo rigurosa que es la sociedad japonesa, Mako no es la primera mujer de la realiza en ser blanco de ataque.

Su abuela, la emperatriz emérita Michiko, perdió la voz temporalmente hace casi 20 años cuando los medios de su país la calificaron de “no apta para ser la esposa de un emperador”. 

También la emperatriz Masako, sufrió depresión tras ser culpada por no dar a luz a un hijo varón. 

Tradicionalmente la línea femenina de la realeza japonesa está forzada a cumplir con ciertas expectativas propias de su linaje como: apoyar a sus esposos, dar a luz a un heredero y ser guardianas de las tradiciones del imperio del sol naciente. Si se quedan cortas, se las críticas en su contra son despiadadas. Pero ni siquiera la presión de la corona ni de la dura sociedad japonesa fue suficiente para frenar los ataques contra ella, su esposo y su matrimonio.

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