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"Aunque otros países desarrollan sistemas similares, nosotros ya contamos con este sistema. Continuaremos las pruebas, incluso en combate, según la situación y las amenazas contra Rusia", señaló Putin, quien confirmó la existencia de un arsenal listo para su uso.
El mandatario ruso indicó que, si bien no se trata de un misil intercontinental, el uso de varios Oreshnik con cabezas convencionales podría generar efectos comparables a un ataque con armas estratégicas.
La Dirección de Inteligencia de Ucrania informó que el misil se lanzó desde el Campo de Pruebas de Misiles Kapustin Yar 4, en la región rusa de Astracán, con un tiempo de vuelo de 15 minutos hasta impactar en Dnipro.
El ataque se dirigió contra la planta Pivdenmash, que fabricaba misiles balísticos intercontinentales cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética. La instalación se ubica a 6.5 kilómetros del centro de Dnipro, ciudad que funciona como centro de suministros militares y ayuda humanitaria.
"El uso de un misil balístico contra Ucrania hoy es una prueba más de que Rusia no tiene ningún interés en la paz", escribió Zelenski en X, y llamó a la comunidad internacional a responder con severidad, aunque "en este momento, no hay una reacción fuerte del mundo".
El Parlamento ucraniano canceló su sesión programada para hoy y reforzó las medidas de seguridad tras el ataque. Tres legisladores confirmaron que la suspensión respondió a la amenaza de misiles rusos dirigidos contra edificios gubernamentales en Kiev central.
El Pentágono confirmó que el Oreshnik constituye un nuevo tipo de misil balístico de alcance intermedio, basado en el misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh. Las pruebas previas del sistema se realizaron en octubre de 2023 y junio de 2024.
La oficina del Presidente Volodymyr Zelenskyy mantiene sus operaciones bajo medidas de seguridad estándar, según confirmó un portavoz.
